*La ingratitud es la esencia de la “vileza” y lo sabe AMLO
*Los exgobernadores recibirán premio por entregar la plaza
SI SE toma en consideración que el candidato ganador de la elección de Gobernador en Hidalgo, Julio Ramón Menchaca Salazar fue priista durante 35 años, y que en 2017 fue invitado por Andrés Manuel López Obrador a ser miembro promotor del Movimiento Regeneración Nacional en aquella Entidad por la que logró ser Senador de la República en las elecciones federales de 2018 fue postulado por Morena, y que Américo Villarreal Anaya, médico cardiólogo, militó en el PRI durante 34 años, y que al igual que el primero, en 2017 renunció al “tricolor” tras ser invitado por el entonces precandidato presidencial del Movimiento Regeneración Nacional, Andrés Manuel López Obrador a contender por la senaduría de Tamaulipas en 2018, posición que ganó abanderado por Morena, de ninguna manera podría suponerse que el priismo va en picada, más bien está mudando de piel o cambiando de camiseta, al no tener el instituto político del Presidente políticos competitivos y ganadores. Porque hasta el gabinete de AMLO se ha nutrido de priistas, y la lista es inmensa: Olga Sánchez Cordero, quien fue Secretaria de Gobernación y actualmente es Presidenta del Senado a donde regresó al pelearse con colaboradores del mandatario nacional; Rocío Nahle García, Manuel Bartlett Díaz, Esteban Moctezuma Barragán, Santiago Levy, Alfonso Durazo Montaño, Irma Leticia González Sánchez y Napoleón Gómez Urrutia, además de Porfirio Muñoz Ledo y Ifigenia Martínez. En la lista se encuentran, tambien, Héctor Vasconcelos, quien fue la primer propuesta de AMLO como titular de Relaciones exteriores y dejó su lugar a Marcelo Ebrard en la Cancillería. Trabajo en el gobierno priista de Ernesto Zedillo Ponce de León. Fue priista durante 35 años, hijo de José Vasconcelos, uno de los pilares de la literatura mexicana y secretario de educación en un gobierno priista.
PERO EL desglose es el siguiente: Manuel Bartlett fue director de Pemex. Estuvo 30 años en el PRI donde fue Secretario de Gobernación tanto con Miguel de la Madrid y con Carlos Salinas de Gortari. Ricardo Monreal, actual Senador de la República, 12 años fue priista, 6 en el PRD, 5 en el PT y ahora de reciente ingreso en Morena. Esteban Moctezuma Barragán quien fungió como Secretario de Educación con AMLO, fue Secretario de Gobernación y de Desarrollo Social durante el gobierno de Ernesto Zedillo y militó 18 años en el PRI; fue empleado de TV Azteca con Ricardo Salinas Pliego. Santiago Levy fue subsecretario de Hacienda con Zedillo y director general del IMSS hasta 2005. Seis años en el PRI con igual tiempo en el PAN. Alfonso Durazo Montaño se desempeñó como Secretario de Seguridad Pública con AMLO, estuvo 17 años militando en el PRI pero también fue 6 años secretario particular de Vicente Fox, panista, actual Gobernador de Sonora por Morena. Félix Salgado Macedonio, aunque usted no lo crea, es actual Senador por Morena, pero tuvo 30 años de militancia en el PRI partido al que ahora critica acremente por ingratitud, de donde pasó al PRD al que también denosta y ahora es Moreno. Napoleón Gómez Urrutia, actual Senador de la República por Morena, ex líder minero y militante del PRI por 35 años, acusado de haberse robado 56 mdd del sindicato minero. La lista es larga, y se habla ya de al menos cincuenta notables expriistas que buscan desde la nueva trinchera seguir en el poder, tomando en cuenta que AMLO no ha logrado construir nuevos cuadros, sino que sigue edificando sobre las ruinas de lo que fue su propio partido, el PRI, del que ahora echa pestes porque la ingratitud es la esencia de la vileza.
POR ELLO ahora que Américo Villareal Anaya y Julio Ramón Menchaca Salazar fueron electos Gobernadores de Morena en Tamaulipas e Hidalgo, el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado Carrillo no debería sentirse tan ufano tomando en cuenta que no ganaron esas posiciones con morenos emanados de la izquierda mexicana, sino con ex priistas a los que tanto critican; vamos, ni siquiera lo hicieron con ex perredistas que podría ser lo más cercano a la esencia del movimiento de regeneración nacional, sino con emanados del “tricolor”, partido que abanderó a Carlos Salinas de Gortari a la Presidencia, el adversario más enconado de AMLO, y si se toma en cuenta lo anterior, la alianza opositora PAN, PRI, PRD no ganó, entonces, solo Durango y Aguascalientes, sino tambien Hidalgo y Tamaulipas, pues son ex priistas los triunfares, y la esencia que lactaron difícilmente podrán borrarla, por más que ahora se digan incorruptibles, alejados de los moches y tantas barbaridades que repite a diario el Presidente López Obrador para mantener contenta a la fanaticada a la que sigue regalando unos cuantos pesos para que mantenerlos contentos, cuando debería fomentar la creación de empleos y salarios bien pagados.
AHORA QUE, siendo realistas, si algún dirigente de los muchos que ha tenido el PRI a lo largo de su existencia de casi 100 años, debiera ser considerado como el sepulturero de ese partido, este es, sin duda, Alejandro Moreno Cárdenas, sobre todo tras perder un bastión que conservó ese instituto durante 93 años: el Estado de Hidalgo, que próximamente será gobernador por Morena, aun cuando el mandatario lleve en sus venas los jugos priistas. Hidalgo logró la alternancia en el poder, pues a pesar de que el nuevo gobernador electo, Julio Menchaca surgió del priismo, gobernará por Morena, con lo cual el priismo perdió uno de sus últimos tres bastiones electorales y su dirigente nacional, Alejandro Moreno, se convierte en el líder partidista que más gubernaturas extravía, al sumar 10 en dos años.
SIN DUDA, Omar Fayad ya tiene asegurado un puesto en el Gobierno de AMLO o incluso en el servicio exterior cuando entregue el poder a su amigo Julio Menchaca, conocido expriista que emigró a Morena, partido por el cual se convirtió en senador de la República y ahora gobernante de su Estado, y lo mismo ocurrirá con Alejandro Murat, el todavía gobernador de Oaxaca que entregó la plaza a Salomón Jara, este si de izquierda. Oaxaca había dejado de ser territorio electoral exclusivo del PRI desde Diciembre del 2010, luego de su derrota frente a Gabino Cué, expriista que compitió por el entonces Partido Convergencia, hoy Movimiento Ciudadano. Sin embargo, el priista Alejandro Murat, hijo del exgobernador José Murat, lo recuperó para el priismo, y ahora lo entrega a Morena, en espera de una recompensa por parte de AMLO que, seguramente, la tendrá, y se habla ya hasta de la dirección de Comisión Federal de Electricidad en lugar de Manuel Bartlett. A ver qué pasa. OPINA carjesus30@hotmail.com