Antes de Rocío Nahle, el último gobernante con fama de belicoso que hubo en Veracruz fue Miguel Ángel Yunes Linares. Si bien el gobernador era Patricio Chirinos Calero (1992-1998) y él el Secretario General de Gobierno, era fama pública, y así lo creían o lo consideraban todos, que era quien verdaderamente mandaba.
Miguel –que el columnista recuerde– impuso orden en el estado, así tuvo que ser muy rudo para lograrlo, a sangre y fuego, pero cuando apretaba argumentaba también que era porque nadie le podía faltar al respeto al gobernador. Se peleó con todos, o prácticamente con casi todos, incluidos sus compadres. En eso no distinguía a nadie (alguna vez, en campaña, don Agustín Acosta Lagunes le tiró una indirecta estando en Paso de Ovejas: “¿Yo, pelearme con mis paisanos?”).
De ahí le nació la fama de gladiador, de luchador, de Blue Demon (por su filiación panista), de peleador callejero a navajazo limpio al estilo de Charles Bronson, de que en su despacho o donde anduviera había o cargaba unos guantes de box siempre consigo para subirse al ring en cualquier momento y hasta se decía que durmiendo tiraba golpes. Así como era admirado por muchos, también era odiado y temido por todos los demás. A algunos reporteros amenazó, a unas reporteras las hizo llorar y a una que otra hizo que se retirara un tiempo, aunque luego regresaron cuando él ya no estaba.
Si bien era muy amigo de mi director entonces, Froylán Flores Cancela, no fui la excepción pues tuvimos dos agrios enfrentamientos cuando Froy me pidió que lo buscara y lo entrevistara, uno cuando era dirigente estatal del PRI y otro ya en el gobierno cuando lo localice en el recién construido edificio del Congreso del Estado, pero no voy a entrar en detalles, pues yo asumí el riesgo de mi trabajo y él su papel como político, aunque nunca lo tomamos como un pleito personal y hasta la fecha mantenemos comunicación, no obstante que en ocasiones lo critico. Es un profesional de la política.
Está peleada con pesos pesados y suma uno más
La gobernadora Rocío Nahle no deja de sorprenderme. Parece que cada vez queda más claro que su especialidad como política y como gobernante es abrir frentes de batalla, lo que me llevaría a calificarla como una verdadera guerrera. No es un secreto que está peleada con el líder del Senado, Adán Augusto López, con el senador Miguel Ángel Yunes Márquez, con el exgobernador y senador suplente Miguel Ángel Yunes Linares, con el senador Manuel Huerta, con el dirigente nacional de MC Jorge Álvarez Máynez, con el auditor de la Auditoría Superior de la Federación y senador suplente José Manuel del Río Virgen, con el excandidato a la gubernatura Pepe Yunes, con figuras políticas de la oposición, con periodistas, con algunos alcaldes y alcaldesas salientes y entrantes, con…
Y ahora resulta que también acaba de abrir fuego contra Sergio Gutiérrez Luna, según lo que reveló ayer El Universal en su columna “Bajo Reserva”. Con el subtítulo “Se aviva el fuego ‘amigo’ en Morena”, El Gran Diario de México publicó: “Nos dicen que quien hizo berrinche para evitar que Sergio Gutiérrez Luna (Morena) quedara en la vicepresidencia de la Mesa Directiva, fue nada menos que la gobernadora morenista de Veracruz, Rocío Nahle, quien dio la instrucción a sus diputados de Morena, PT y PVEM para que votaran en contra de la integración de la mesa, o en su caso, se ausentaran. Al final, 21 de los 24 diputados veracruzanos de las tres fracciones parlamentarias, hicieron vacío y no votaron”.
Que recuerde, el político de Minatitlán aspiró a la candidatura al gobierno de Veracruz y al mismo tiempo fue coordinador de la campaña de Adán Augusto como aspirante a la candidatura presidencial. Creo haber estado cerca del equipo de prensa de Sergio, porque fueron mis compañeros de prensa en el Gobierno, y nunca escuché o supe que ordenara o pidiera algún comentario contra Rocío. Cuando tuvo claro que Nahle iba a ser la candidata por capricho del entonces presidente López Obrador se fue del estado para no interferir en sus actividades y desde entonces no ha vuelto, incluso abandonó todo lo que ha había sembrado en la prensa. En cambio, la combatieron Eric Cisneros y Zenyazen Escobar y corre la versión que al primero lo cobija como desarrollador inmobiliario en el municipio de Emiliano Zapata y al segundo lo hizo coordinador de la diputación federal veracruzana de su partido.
Monreal pasó sobre ella y su bancada
¿Qué le hizo Sergio, entonces? Es obvio que si la bancada guinda en San Lázaro lo propuso para vicepresidente de la Mesa Directiva fue por instrucciones de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien le tiene agradecimiento porque como representante de Morena ante el INE defendió su causa que la llevó a la Presidencia. De alguna manera, Rocío, con su instrucción, según El Universal, le llevó la contra, pero también intentó dinamitar la negociación y el acuerdo que había logrado Ricardo Monreal con las demás fracciones legislativas. El zacatecano, su paisano, sacó adelante a Gutiérrez Luna pasando por encima de la diputación federal veracruzana morenista, es decir, de ella, con lo que le demostró que tiene más poder político.
¿Quién asesora a la gobernadora? La subió al ring innecesaria e infructuosamente, pero además al cuadrilátero en el que combaten puros pesos pesados. Tan sencillo que hubiera resultado –eso creo, aunque no soy político– que hablara con Sergio y le vendiera caro sus votos y su apoyo, lo sumara y obligara a que al político de los chanchamitos le debiera un gran favor para cobrárselo cuando considerara necesario. En lugar de eso, sumó a un enemigo político más. ¿Se imaginan a Adán Augusto, a Monreal, a los Yunes, a Manuel, a Máynez, a Del Río, a Sergio, a Pepe Yunes, a alcaldes y exalcaldes, a dueños y directivos de medios y a quién sabe cuántos más, en un nado sincronizado contra ella para la elección de 2027? Si de por sí ella misma afirma que es temporada de zopilotes. Conforme avanza su gobierno suma enemigos. ¿Quién sigue?
Y volvió hasta el último lugar en encuesta de medio vocero del Gobierno
Cuando faltan solo 21 meses para las elecciones federales intermedias en las que se elegirán diputados federales y locales y a 4 días de que la presidenta Claudia Sheinbaum llegue a Boca del Río, la gobernadora Rocío Nahle continúa en el último lugar en la encuesta del mes de agosto de las empresas Demoscopia Digital y La Jornada Estado de México, que hicieron pública este miércoles. En la de julio ocupó también esa nada honrosa posición.
De los 32 gobernadores del país, Rocío sale como la peor calificada con 40.8% de aprobación, muy lejos de Julio Menchaca, del estado de Hidalgo, quien ocupa el primer lugar con un porcentaje de 69.4%, incluso la impresentable gobernadora de Campeche, Layda Sansores, la supera, pues se ubica en la posición 14 con una aprobación de 58.3.
Según explicaron la empresa y el medio, el ranking (la clasificación de mayor a menor) se basó en una encuesta a 1,000 personas mayores de 18 años en cada estado. No deja de llamar la atención que La Jornada Estado de México es filial del diario La Jornada, considerado el vocero del gobierno de Claudia Sheinbaum ahora y antes de Andrés Manuel López Obrador.
En la medición que le llevan mes a mes, inició su gobierno hace 10 meses con una aprobación de 60.2% en diciembre y de ahí vino en picada, aunque en abril de este año repuntó a 57.9% y de ahí ha venido en caída sostenida: 50.1% en mayo, 47.1% en junio, 39.7 en julio y aunque ahora subió ligeramente a 40.8%, Lorena Cuéllar, de Tlaxcala la superó con 41.4%.
En “Prosa aprisa” del 4 de agosto, al comentar el resultado del mes de julio, expuse:
“El resultado de la última encuesta debiera ser un motivo de preocupación en la gobernadora, pero también un toque de alerta para revisar de inmediato, a profundidad, qué está fallando, o quién o quiénes están fallando aparte de ella misma, qué y cómo se debe de corregir, rediseñar la estrategia de gobierno, si es que la tiene, o dar una sacudida a su equipo de colaboradores, por más que ha repetido que tiene un ‘gran gran gabinete’… y, para mi gusto, debiera contratar un equipo profesional que cuide su imagen y la ayude a contrarrestar las notas negativas o las campañas en su contra de sus enemigos, aunque parece que nada de eso le interesa”. El comentario tiene plena vigencia.
