“Es justa la esperanza fundada en nuestros propios merecimientos.” – Ovidio.
Vaya que la política es el juego que todos quieren jugar, pero del que muchos se lamentan. Es por mucho adictivo, y en momentos se convierte en peligroso, pero nunca nadie podrá decir, que el ejercicio profesional del mismo es un asunto que aburre a los espectadores.
Así lo parece al menos en Veracruz, en donde muchos ya dan por hecho que futuro electoral estaría definido bajo el criterio de un cambio de rumbo por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador, confirmado, por la más reciente visita del secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández.
Quienes piensan que Sergio Gutiérrez Luna ya amarró la candidatura a la gubernatura, se equivocan seriamente.
Le explico.
Muy a su pesar, los malquerientes de Rocío Nahle García, secretaría de Energía del Gobierno Federal, deberán reconocer que la senadora con licencia es quien encabeza las preferencias electorales en todas las encuestas realizadas hasta el día de hoy.
Aunado a ello, el trabajo empeñado por la misma al frente de uno de los tres proyectos sexenales más importantes del presidente le dan un plus en su cercanía y posible decisión al momento de elegir al o la sucesora de Cuitláhuac García Jiménez al frente del Gobierno de Veracruz.
Y esto se lo decimos, porque si las cosas terminan favoreciendo a la zacatecana, podría convertirse “ipso facto” en la candidata natural al gobierno estatal.
Aunado a ello, debemos recordar que todos los grupos políticos en el estado han venido trabajando directa o indirectamente para la construcción de esa candidatura, claro algunos esperarían que la misma se decante por alguien en el ámbito local.
Pero no debemos olvidar que el ADN del presidente López Obrador es de origen priista, y ahí bajo los ritos y tradiciones siguen moviéndose bajo la tradición del tapado, pero, sobre todo, bajo el entendido que es el presidente quien tiene la última palabra respecto quien encabezará la candidatura de Morena.
Este reportero conversó en entrevista radial con la responsable de la construcción de la Refinería de Dos Bocas, ahí, cuestionada si los presuntos sobrecostos en la construcción han afectado su relación con el presidente, señaló: “qué bueno que me lo preguntas, porque yo veo que muchos columnistas escriben y escriben dichos y cosas que sacan de sus ideas y de su opinión, por inspiración u ocurrencia, pero a mí que estoy como responsable del proyecto no me preguntan, sobre los costos.” https://eldemocrata.com/niega-rocio-nahle-que-lopez-obrador-este-preocupado-por-los-costos-de-dos-bocas/
Es evidente que la obra ha ido teniendo variaciones en su desarrollo, por las mismas condiciones de mercado, pero de eso a rebasar los niveles señalados por los comunicadores realmente no es así.
Nahle García “negó que el presidente López Obrador esté preocupado por los costos de la refinería Dos Bocas, ya que dijo que cada peso que es liberado para financiar un proyecto pasa por Hacienda federal y por la autorización del mismo mandatario.”
De ser esto así, y bajo el criterio de que será a partir del 1 de julio cuando comience a refinarse el primer barril de combustible, Nahle García estaría consumando lo que nadie en el antiguo régimen consiguió, que fue el desarrollar un proyecto de tal envergadura en tan corto tiempo.
Esa ventaja, sería por mucho suficiente para que Rocío Nahle se alzará con la candidatura al Gobierno de Veracruz, pero aún hay otro factor, y ese tendría que ver, con el propio ADN político del presidente.
La vieja usanza priista ha tenido siempre la determinación del equilibrio de fuerzas, eso para mantener siempre el control de las huestes, si ese mismo efecto se aplica en Morena, no será al candidato ganador a la presidencia a quien le dejen la determinación del candidato al Gobierno de Veracruz.
Al tapado le habrán de dejar la determinación de decidir sobre el futuro de los procesos electorales que estén dentro de su sexenio, pero no en los que lo lleven al poder, así, la candidatura al Gobierno Estatal podría ser una de las últimas decisiones del presidente López Obrador, quien buscaría equilibrar la balanza a Morena y a su sucesor sin menoscabo del proyecto de la 4T.
Por ese simple factor, es que Rocío Nahle García está más viva políticamente hablando que nunca.
Al tiempo.
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