* En seis meses, 10 desmembrados * Es por infundir miedo, dice * Reto a la Guardia Nacional * Pepe Peña, no Pedro Miguel Rosaldo, ya reparte cargos * Tezonapa arde y Ahued sigue en su rol de conserje * El diputado confrontó y lo corrieron con insultos * Enrique Villegas, digno engendro de Rocío Nahle
MUSSIO CÁRDENAS ARELLANO
Publicada en mussiocardenas.com
6 de julio de 2025
El sur destila sangre. Y en la cuna política de Nahle se cruzan el miedo y el terror, los torsos sin brazos con las cabezas en hieleras, o las piernas y las manos en bolsas y maletas, poniendo de moda, como dice la gobernadora, a Veracruz.
Y el día que no matan a un hombre, asesinan a una mujer, y la despedazan y la arrojan a pie de carretera. Y dice Rocío Nahle que es protagonismo y por espectáculo.
Van 10 eventos brutales, así, en Coatzacoalcos y lugares cercanos, haciendo de la Ciudad para Vivir Siempre el edén de la muerte, un paraíso de horror.
Son seis meses, de febrero para acá, en que la delincuencia levanta, la delincuencia asesina, la delincuencia desmembra, la delincuencia esparce los restos, la delincuencia difunde narcomensajes, la delincuencia graba videos y hasta agradece a la autoridad –léase, gobierno– por retirar cámaras de videovigilancia ilegales instaladas en la vía pública.
Son seis meses de gobierno, el gobierno de la zacatecana, y en ellos 10 eventos brutales en que el crimen organizado impone su ley.
Y allá, en su jaula de cristal, Norma Rocío diserta sobre la violencia. Es así, dice, como ellos, los malandros, mandan un mensaje. ¿Saben por qué? Quieren infundir miedo.
Qué sabia resultó la zacatecana. Es que los cárteles quieren infundir miedo.
La filósofa de palacio no tiene claro que la violencia se gesta por la ausencia de gobierno y se agrava por la complicidad de las esferas de poder.
“Yo no pacto”, presume la filósofa Nahle, pero su aparato policíaco sí; su aparato judicial, sí; su aparato político, sí.
O Rocío Nahle no lo sabe pero su gobierno sí pacta con el crimen organizado. O es parte del crimen organizado. O Nahle tiene un pacto de silencio. O sólo disimula pero en el fondo deja hacer.
El sur es un hervidero de cadáveres. Es un escenario siniestro donde se esparcen cuerpos y partes de cuerpos, y se descubren hieleras en cuyo interior hallan cabezas humanas, y hay maletas con restos humanos.
El sur es campo de batalla de cárteles y narcomenudistas, de extorsionadores con alma de sicarios, que levantan a sus víctimas o las amedrentan, o les llenan de balas las fachadas de sus casas o negocios, o incendian palapas y antros para quebrar y someter al más bragado.
Siete meses en su jaula de cristal y van 10 eventos de desmembrados en Coatzacoalcos, su cuna política, y lugares cercanos; hombres y mujeres victimados, unos dedicados al trasiego de drogas, otros simples taxistas que un día se los llevaron y aparecieron fragmentados.
Diez casos así, desde aquel 13 de febrero cuando un hombre fue levantado en la colonia Maradunas, en Coatzacoalcos, y se le halló cercenado un día después –febrero 14– en el camino Las Choapas-Francisco Rueda, antes de llegar al poblado Niños Héroes.
Y luego las hieleras, el 8 y 9 de abril, una con una cabeza y un narcomensaje en la colonia Iquisa, en Coatzacoalcos, y otra con un brazo, en la carretera que se ubica entre Minatitlán y Cosoleacaque.
A un costado de la carretera que conduce al municipio de Las Choapas, fue hallado un cuerpo decapitado dentro de una bolsa de plástico, el 11 de junio. A unos metros yacía la cabeza. Se trataba de un taxista al que se había reportado como desaparecido.
San Martín, el fraccionamiento al poniente de Coatzacoalcos donde el crimen organizado opera libre y a la vista de todos, fue el escenario de otro macabro hallazgo, el 13 de junio: una bolsa negra conteniendo un torso, sólo eso.
Un día después, el 14 de junio, un caso más. Sobre la avenida Universidad, en la colonia Santa María, apareció una maleta y bolsas de plástico. En su interior, más restos humanos.
Horas más tarde, el 15 de junio, en el fraccionamiento Santa Marta hallaron más partes de un cuerpo. Se trataba de otros fragmentos del que fuera descubierto en San Martín, el 13 de junio.
Una cabeza sin cuerpo apareció, el 17 de junio, en la carretera Coatzacoalcos-Villahermosa, cerca del entronque a Nanchital, junto a un motel. A su lado, yacía un nercomensaje de una banda delincuencial amenazando a un capo rival Abraham “N” o “Doble Cero”, generador de violencia por el que la Fiscalía de Veracruz ofrecía 350 mil pesos a quien aportara información para su captura.
O sea, Nahle y la Fiscalía de Veracruz intentan crear la sociedad del sapo, todos delatando, todos filtrando datos sobre jefes de plaza a cambio de una recompensa y con el riesgo de sufrir un levantón de los malandros.
El 26 de junio, fue hallada una maleta y una caja de huevo, en zona de Canticas, cercana a Coatzacoalcos. En su interior había fragmentos de cuerpos.
En la colonia Héroe de Nacozari, el 29 de junio, cerca de la Central Camionera, fueron halladas bolsas negras conteniendo partes humanas.
Pero hay un caso que entraña algo más que el miedo del que habla la filósofa de palacio, Rocío Nahle. Es el hallazgo de bolsas de plástico, el 1 de julio, con fragmentos de un cuerpo a espaldas del destacamento de la Guardia Nacional en Coatzacoalcos.
Es un reto. Es una afrenta. Tiraron los restos –dos piernas– en las barbas de la Guardia Nacional.
Pero la filósofa de la violencia, Rocío Nahle, dice que el móvil del crimen organizado es infundir miedo.
“Hay casos que son inhumanos. Por ejemplo, un caso en el sur. A una persona le cortan sus extremidades y luego dejan una parte aquí y dejan otra parte allá para hacer esto protagónico, para hacer esto espectacular, para llamar la atención, cuando es una persona”.
¿Protagónico? ¿Espectacular?
“El propósito –añade– es para causar la cultura del miedo, la promoción del miedo. Dejaron un brazo aquí y tantos kilómetros dejaron otro brazo allá. Es una persona. Entonces nos lo indica. No es ni humano que una persona cercene a otro semejante. Lo que buscan es la espectacularidad. Y a muchos los hemos agarrado”.
La cátedra es para reír. Desmembran por protagonismo, por el espectáculo, según la gobernadora de Veracruz.
No, desmembran por impunidad. Desmembran porque hay vacío de poder, porque el gobierno no existe. O existe y es cómplice. Y retan hasta a la Guardia Nacional.
Nahle tiene averiada la memoria. En Coatzacoalcos, el 3 de marzo fue enfática: a los criminales se les acabó la fiesta. Pero la fiesta sigue. Y hace ruido. Y es, según ella, espectacular. Y es protagónica. E infunde miedo.
Y mientras, el sur, su cuna política, destila sangre y crece la irritación.
METADATO
Pepe Peña, no Pedro Miguel Rosaldo, ya reparte cargos. Una pléyade de inútiles, funcionarios de Amado Cruz Malpica, continuarán cuatro años más, terminando de hundir a Coatzacoalcos. Pepe Peña ya gobierna en el municipio en el que Rosaldo será, al estilo Víctor Manuel Carranza, un florero más. Muy ufano, feliz, feliz, Cutberto Sánchez presume a quien se cruce en su camino que José Luis Peña Peña, el incómodo marido de la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle García, ya lo ratificó como director de Alumbrado Público. Rosaldo, el florero de la trazabilidad, sólo es un adorno. No gobernará. Pepe Peña ya conforma su equipo, impuesto en cargos clave. Cuando haya que dispensar contratos de obra, prestación de servicios o proveeduría, la mano de Pepe Peña se volverá a sentir. Pobre Pedro Miguel Rosaldo. Todavía no arranca el show y los gandallas lo usaron y van por lo que falta del botín… Tezonapa arde y Ahued sigue en su rol de conserje. Hartos de la extorsión, del abuso cotidiano a manos de agentes de tránsito, el pueblo los hizo pagar su vileza. A cada fechoría les respondió con golpes, insultos, amenazas, patrullas incendiadas, agentes semidesnudos, apaleados, vejados, sintiendo que las llamas no sólo devorarían los vehículos sino que harían arder cada centímetro de su cuerpo, su inmunda masa, su repugnante humanidad. Y una y otra vez, la voz de la gente. “Ahora sí, hijos de la chingada”. Y los agentes llorando, suplicando, como lo cobardes que son. Les tuvieron lástima. No los inmolaron. Viven para contarlo. Sus verdugos cuentan también y difunden videos de esos agentes de tránsito en plena extorsión, inventando infracciones, abusando, amagando. Fueron voraces e impunes. Sirven a una alcaldesa venal, Claudia Rosales Colina, la jefa de la banda, que no escuchó las denuncias, que no actuó y que dio pie a zafarrancho en el que dos agentes de tránsito casi fueron linchados. Sobre la alcaldesa hay centenares de quejas. Fue la crónica de un estallido anunciado, y estalló. Y a 200 kilómetros de Tezonapa, en Xalapa, el secretario de gobierno, Ricardo Ahued Bardahuil, sigue en lo suyo, la remodelación del palacio de gobierno, que los pisos queden bien, las tazas de baño sean una chulada. Cuando detonan los conflictos sociales, cuando no hay contención, cuando no se distiende, es porque el conserje Ahued no atiende lo que ocurre en Veracruz. Si Ahued hiciera su trabajo, Tezonapa no hubiera estallado… Enrique Villegas debiera dedicarse, en serio, a la comedia o a la tragicomedia. Eso de llegar tarde al conflicto con los habitantes de Mundo Nuevo, comenzar a hablar y no decir quién es, indignarse si lo interrumpen, hacerse de palabras y terminar corrido, echado entre burlas y reclamos, sólo le podía ocurrir a una egresado de la Academia Rocío Nahle. “Soy el diputado federal”, les soltó a media carretera, como si el mote le sirviera para acallar a los inconformes que lo único que quieren es saber qué gas los está enfermando –hemorragia nasal y ocular y comezón en la piel– y qué hace la autoridad. El diputado federal por Coatzacoalcos se fue entre insultos, reviviendo esos episodios en que solía aparecer confrontando al ciudadano cuando era director de Alumbrado Público, todo un villano. Hizo su sainete, dio la nota y se fue. Lo destrozaron las masas. Se exhibió y de paso exhibió a su mentora, Norma Rocío Nahle, la gobernadora que le aguanta y solapa sandeces y excesos. En un fallido intento por limpiar el batidillo que dejó, mandó a sus huestes a difundir los oficios que el flamante “diputado federal suplente” cursó para atender la fuga de gas y los estragos que está causando. Villegas es el reflejo del círculo cercano a Rocío Nahle, incapaces, soberbios, intolerantes, sin sensibilidad social, negados para el diálogo. Es digno engendro de la gobernadora de Veracruz…
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