Si hay un partido que está muerto en vida ese es el PRD que con 32 años de existencia adolece de achaques y enfermedades que no padecen ni los nonagenarios. Si en este momento hubiera elecciones tendría problemas hasta para nombrar a sus candidatos porque nadie quiere serlo del PRD y es un hecho que perdería el registro. Así de grave está.
Pero como en esta vida o vives o sobrevives, la cúpula está buscando su sobrevivencia con el ahínco de un náufrago. Y para muestra dos botones: Sergio Cadena, su líder en Veracruz y Jesús Zambrano, el líder nacional.
El primero sorprendió a la clase política saludando efusivamente al Secretario de Gobierno, Eric Cisneros, en la inauguración de un parque deportivo en Coscomatepec. Después fue a su comparecencia y estuvo entre quienes hicieron fila para el besamanos de rigor.
A ver, ¿estamos hablando de Sergio Cadena Martínez, el líder estatal que en octubre del año anterior acusó a Eric de acoso y amenazas contra 38 alcaldes del Sol Azteca? Sí, de ese mero. El mismo al que ahora sus correligionarios acusan de vendido.
Mientras que Manuel Bernal Rivera (quizá el único perredista de pura cepa que queda en Veracruz) dijo que Sergio es un servil entreguista cuyas preferencias ya no están en el PRD sino en Morena, la ex diputada Yazmin Copete Zapot criticó su acercamiento con el gobierno estatal.
Queriendo barnizar con algo de decoro su servilismo, Sergio les contestó: “Las guerras no se ganan sólo con violencia, sino con estrategia, y eso es lo que estamos haciendo. Hablé de diálogo, no de sumisión, no nos bajaremos los pantalones ni nos pondremos de rodillas. Es dialogar como iguales”.
Pero quienes lo conocen dicen otra cosa y hay dos versiones. La primera es que a Sergio le importa pura corneta lo que queda del PRD pero desea seguir viviendo del presupuesto, de ahí que se esté quitando el color amarillo para pintarse de guinda. Y la segunda es que la Fiscalía General del Estado estaría desempolvando, por lo que pueda ofrecerse, una añeja denuncia penal en su contra por violación a una menor, privación ilegal de la libertad, amenazas, lesiones y abuso de autoridad. Y no le quedó de otra que bajarse los pantalones.
Jesús Zambrano Grijalva dirigente nacional del PRD, dijo que la condición (sic) que le van a poner a López Obrador para apoyar la Reforma Eléctrica, es la liberación de los presos políticos de su partido en Veracruz. Aunque luego matizó al manifestar que espera que el gobierno le haga modificaciones a la Reforma.
Su propuesta es de risa. Eso de que va a condicionar a López Obrador es puro cuento; el tabasqueño lo doblará como sabe hacerlo porque lo conoce muy bien y sabe con qué ablandarlo. Si lector, con eso que estás pensando.
Si apoya la Reforma será sin condiciones lo que afectará a millones de mexicanos porque estará apoyando (entre muchas iniquidades) el encarecimiento de la energía eléctrica. Encarecimiento que perjudicará a los que menos tienen.
Es decir, este sujeto pretende jorobarle la existencia a 120 millones de mexicanos en lugar de buscar una vía legal para liberar a sus compañeros encarcelados. Su ecuación es muy simple: que se jodan los más en beneficio de los menos.
¿Esa es su manera de ayudar a los más fregados? ¿Esa es la forma con la que pretenden agenciarse más simpatizantes? ¿Ese es el PRD que está construyendo su relanzamiento?
Vaya manera de relanzarse, bajándose los pantalones y pasando por encima de las necesidades de todo un pueblo con tal de seguir prostituyéndose políticamente.
¿Cinismo, poca vergüenza, falta de… eso? Las tres cosas, lector. Las tres cosas en un par de sujetos a los que nunca les ha interesado el bien de sus militantes y mucho menos del resto de los mexicanos.