Para Kristalina Georgieva, Directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), la recuperación de la economía mundial tras la pandemia del coronavirus, se espera que sea larga, desigual, incierta y con grandes dificultadas para superarla, por lo que se estima que estará plagada de contratiempos, que no serán fáciles de superar en el corto plazo. Estos pronunciamientos los realizó al dictar una conferencia magistral en línea, durante los eventos para celebrar el 150 aniversario de la London School of Economics and Political Science, en Londres, Inglaterra.
De las Reuniones Anuales del FMI y el Banco Mundial, que comenzaron hace algunos días se dieron a conocer ciertas cifras con las expectativas para los próximos dos años; sin embargo, no contemplan los nuevos escenarios que se comienzan a presentar con los llamados nuevos rebrotes de la pandemia de Covid-19, que parecen serán nuevos descalabros por las secuelas económicas que se están observando.
En ciertos países, sus gobiernos ya están obligando y multando a sus ciudadanos, a implantar el toque de queda, a hacer uso obligatorio del cubre bocas, a guardar las sanas distancias y a prohibir de nueva cuenta las reuniones masivas, evitar aglomeraciones de más de cinco personas, antes de que estén disponibles las vacunas anti Covid-19 para aplicarlas, en forma masiva a las poblaciones de todo el mundo, que ya se encuentran en su etapa de experimentación final, antes de que se pueda controlar y contrarrestar los efectos nocivos de esta calamidad. Si los resultados de contención de la pandemia resultan como los que se han observado en los últimos días, tendremos que enfrentar una situación con restricciones todavía más severas.
Las cifras sobre las Perspectivas Económicas Globales (WEO por sus siglas en inglés), del FMI, reflejan la incapacidad de recuperación de la mayoría de los países desarrollados y emergentes, en virtud de los resultados diferenciados que se están manifestando en el mundo para el bienio 2020-2021. Sin embargo, contener la pandemia y poder reactivar las actividades económicas, que ya venían desarrollándose, tendrá que ser adecuado a las nuevas circunstancias. Según algunos organismos internacionales y expertos en el tema, afirman que por lo pronto las expectativas para este año, podrían empeorar antes de mejorar. De todas formas, el mundo espera que pronto se vuelva a entrar en una etapa más estable, por el bien de la humanidad; mientras, observamos en el caso de México, que la morbilidad por causa del Covid-19 se sigue incrementando.
Dentro del ámbito económico para nuestro país, parecería que las cosas podrían mejorar, pero en virtud de los repuntes de casos de infectados y fallecimientos, los pronósticos tampoco son alentadores. Dentro de este entorno de referencia nacional e internacional, es reconfortante saber del reconocimiento hecho a nuestro país, en la persona del Secretario de Hacienda y Crédito Público, Doctor Arturo Herrera Gutiérrez, al ser nominado como presidente de la Junta de Gobernadores del Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), conformada por los gobernadores de 189 países miembros, para el año 2021, nombramiento que se ratificará el 4 de noviembre del presente año, con la aprobación de dichos organismos internacionales.
Mientras esto sucede, las expectativas económicas para este y los próximos dos años, no parecen que tenga repuntes significativos de las principales economías del mundo. Sin embargo, se espera que si la epidemia de Covid-19 logra controlarse, el próximo año comenzará una recuperación económica mundial de características mitigantes, que ayudará a mejorar las pérdidas infringidas por la pandemia ya mencionada. Mientras eso pasa, habrá que ser optimistas y pensar en una recuperación paulatina.
De todas maneras, para paliar los efectos recesivos de la pandemia, se está recurriendo a la implementación de políticas de austeridad y contención del gasto, que contradice lo que afirma el Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, que sostiene que ningún país ha salido de una crisis económica con programas de austeridad, pues las economías deprimidas y la desigualdad necesitan estímulos, no recortes.
Para nuestro país al 23 de octubre del presente año, el Subsecretario de Hacienda y Crédito Público de México, Gabriel Yorio, declaró que México tardará de dos a tres años, es decir hasta 2023, en recuperar los niveles de actividad económica que tenía en 2019, previos a la pandemia de Covid-19, pero que todo dependerá del comportamiento de esta enfermedad en nuestro país. Por ello, estimó que el rebote técnico que se espera en 2021, en el mejor de los casos, será del orden de 4 por ciento, lo que no significará que el país regresará al tamaño que tenía la economía en 2019.
En este sentido, Alejandro Werner del FMI, estimó también que, aunque en este 2020 la economía mexicana se contrajera un 9%, con una recuperación del 3.5% en 2021 y con una reactivación de los Estados Unidos de América en este año, nuestro país de todas formas tendrá un mal bienio 2020-2021.
En la visión del autor, el único camino que nos queda ahora, es la reactivación acelerada de los programas de inversión, con las inversiones públicas ya en marcha, pero además sin impedir y por contrario, estimulando el uso intensivo ya histórico de uno contra ocho veces, de los capitales privados mexicanos y foráneos. De otra forma, seguiremos perdiendo una cantidad sustancial de empleos productivos, más la oportunidad de que aprovechemos las ventajas del T-MEC y el comercio mundial.
Comentarios: linopereaf@yahoo.com (*) Maestro en Ciencias y Doctor en Economía por la London School of Economics and Political Science, de la Universidad de Brunel y la Universidad de Londres, Inglaterra.