Si Andrés Manuel López Obrador tiene un plan A para llevar a cabo lo que se propone, carece de un plan B para solucionar problemas que él mismo crea. Durante su toma de protesta como Presidente de México se comprometió a sostener las estancias infantiles. ¿Y qué pasó?, que al conque de que había corrupción las cerró y dejó a las madres sin lugares donde cuidaran a sus hijos mientras trabajaban.
El plan que se sacó de la manga fue dar dinero a esas madres para que ellas a su vez lo dieran a sus papás (los abuelos de las criaturas) como pago por cuidar a los nietos. Y aquello fue un fracaso.
Su pleito con las farmacéuticas (también al conque de que son corruptas) ha dejado una estela de dolor y muerte ya que decenas o cientos de los primeros fallecidos por Covid-19 murieron por falta de medicamentos, ventiladores e insumos médicos. No hay que olvidar que entre los fallecidos por falta de insumos también hay médicos, enfermeras y camilleros.
De haber lo que se necesitaba para enfrentar la pandemia, no hubiera ocurrido la tragedia que vive el país.
Antes de culminar el sexenio anterior el gobierno corrupto, inepto y fifí de Enrique Peña Nieto, compró un stock de implementos médicos y medicamentos para surtir los hospitales del Sector Salud entre los que se encontraban medicinas para tratar a niños con cáncer y pacientes con VIH.
Lo único que tenía que hacer López Obrador era darle entrada a esos productos y listo. Pero ordenó que no se recibieran en tanto investigaba la “fraudulenta” compra. ¿Y qué pasó? Que se dedicó a balconear a las farmacéuticas “preferidas” de Peña Nieto y vetó a tres a las que acusó de orquestar una campaña de mentiras. Además, acusó a Felipe Calderón y al propio Peña de comprar medicamentos en desuso.
Resultado; clínicas y hospitales comenzaron a padecer desabasto. Hubo reclamos, exigencias, plantones, pero nadie hizo nada porque no había un plan B.
Quizá lo más patético de todo este desgarriate ha sido ver a los padres de niños con cáncer bloqueando calles con sus pequeños a cuestas, para llamar la atención de un gobierno sordo, ciego e indolente que se hizo guaje con los medicamentos que hasta la fecha brillan por su ausencia en el Sector Salud.
Sí, es cierto, el Sistema de Salud está tronado desde hace lustros y de su ineficacia dan cuenta miles de pacientes en todos estos años. Pero con todas sus deficiencias nunca faltaron medicinas no sólo para los menores con cáncer, sino para jóvenes y adultos que sufrían de enfermedades crónicas.
La carencia de medicinas oncológicas ya mató a menores. De acuerdo con la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer (AMANC) del 11 de diciembre del 2019 al 3 de septiembre del 2020 han fallecido 1, 608 niños a causa de esa enfermedad. Es decir, estamos hablando del espacio de tiempo en que los padres de familia han reclamado los medicamentos para sus hijos.
Eso aquí y en China es un crimen; un crimen de lesa humanidad.
No quiero imaginar el dolor e impotencia de un padre o una madre que ve consumirse lentamente la vida de su pequeño, por la irresponsabilidad de un gobierno infamante y calumnioso que se negó a tratar su padecimiento.
¿Quién responderá por esas muertes?
López Obrador fue denunciado ante la Fiscalía General de la República por la muerte de un niño con cáncer. Pero no va solo en la denuncia, lo acompañan Zoé Robledo, director del IMSS y el titular de la Secretaría de Salud, Jorge Alcocer.
La abogada Andrea Rocha Ramírez, integrante de la organización #YoTeDefiendo auspiciada por el PRD, dijo que el año anterior un pequeño de nombre Evan fue diagnosticado con cáncer en la Clínica 25 del IMSS de Monterrey y a partir de entonces sus padres lo llevaron a su tratamiento, pero muchas veces le negaron las quimioterapias (porque no había) lo que fue debilitando su salud hasta que falleció el pasado 16 de diciembre. El IMSS por su parte negó la acusación.
Aquí hay dos cosas. Una; no me extrañaría que el PRD esté tratando de llevar agua a su molino lucrando con el dolor ajeno y dos, que así como recibió la acusación así la echó al cajón del olvido la FGR.
¿Pero qué va a pasar si los padres de esos 1,608 menores llevan su denuncia a instancias internacionales? ¿Qué va a alegar López Obrador en su defensa cuando como Jefe del Estado Mexicano es el principal responsable del abasto de medicamentos, entre otras muchas funciones? ¿Qué dirá como atenuante cuando recortó 44 por ciento de presupuesto al IMSS lo que afectó a pacientes con VIH, a bebés recién nacidos o por nacer y a niños con cáncer?
Lo más deleznable y sucio del presidente ha sido su supina indiferencia ante el dolor de esos niños y sus padres. Indiferencia que éstos no sólo se la cobrarán en las urnas, sino muy seguramente en los tribunales.
Veracruzano en las ligas mayores de SCT
El ingeniero Martín Ramón Álvarez Fontán era la carta fuerte de Morena para la alcaldía de Boca del Río y con amplias posibilidades de ganar, pero la vida lo está llevando por otros lares. El titular de la Secretaria de Comunicaciones y Transportes, Jorge Arganis Díaz Leal, lo acaba de nombrar director de la Dirección del Centro SCT en la entidad.
Álvarez Fontán es originario de Veracruz y egresado de la UV. Se ha desempeñado como Director General de Carreteras y Caminos Estatales del Estado de Veracruz y en relación a las vías de comunicación se mueve como pez en el agua. Arganis Diaz Leal lo conoce muy bien y sabe de su experiencia, por lo que no dudó en llamarlo para que colabore con él ya que sus conocimientos servirán para mejorar la red carretera en la entidad. Que así sea.