“Raúl Carrancá y Rivas (1930-2024): “Derecho y libertad.”
Mtro. José Miguel Naranjo Ramírez.
Como en cada comienzo de año, el mes de enero es dedicado a recordar a eminentes artistitas e intelectuales que fallecieron. El punto de partida es un libro, ya sea de su autoría o que tenga alguna relación con el finado. Este ciclo lo iniciamos con el gran jurista mexicano Raúl Carrancá y Rivas. Una de las características que tenían los abogados de antes, sin ofender a los de hoy, es que muchos juristas fueron personas muy letradas, instruidas, en algunos casos eruditos. Carrancá y Rivas es un prototipo de esos jurisconsultos cultos. Su trayectoria en el mundo del Derecho es ampliamente conocida, fue magistrado y en general desempeñó muchos cargos de importancia, mas, aquí lo recordaremos en la faceta de profesor universitario y particularmente como un destacado escritor. Vayamos a conocer parte de su libro titulado: “Derecho y Libertad”, publicado por la Editorial Porrúa en el 2003.
Si bien estamos frente a un texto de un eminente jurista, la obra aborda temas de una relevancia crucial que van más allá del Derecho. Carrancá y Rivas lo escribió a finales de la década de los noventas y pareciera que el autor vislumbró los males que hoy nos aquejan de manera puntillosa y cada vez nos laceran más. El libro está estructurado en cinco capítulos, con el sólo título de los cinco ensayos el lector podrá imaginar la importancia del contenido: “El derecho en libertad”, “La sociedad libre”, “El hombre esclavo”, “El hombre libre”, “El abuso de la libertad”. Estos son los ensayos centrales y desde el principio el autor manifiesta el hilo conductor de la amplia temática: “Ya he dicho que Derecho y libertad son inconcebibles sin democracia, tanto como ésta lo es sin aquellos. Por eso he aludido al Derecho en la libertad, entendiendo que esto significa en libertad democrática o en la democracia libre.”
Partiendo de la enorme relación que tienen Derecho-libertad-democracia, el jurista mexicano realiza en cada ensayo una férrea defensa por la libertad. Libertad que en muchas ocasiones es limitada y disminuida por el propio Derecho y la democracia. Claro, aquí ya estamos ante un régimen que se vende como democracia más no lo es. Resulta interesante cómo el autor describe a esos sistemas que operan dentro de las reglas democráticas y hacen creer que son regímenes democráticos, y, lo peor, la mayoría de ciudadanos lo creen, al extremo que lo defienden a ultranza y aunque día a día se percibe claramente que el régimen va minando la libertad, la pluralidad, ese ciudadano fanatizado no puede ver porque el fanatismo lo ciega, le obnubila la razón, le ha matado la libertad de pensar. Carrancá y Rivas ante este ataque a la libertad y, sobre todo, contra el embrutecimiento de las mayorías, cita a Vance Packard, un destacado periodista estadounidense que en su libro: “El hombre remodelado”, denuncia la perversión de los regímenes que operan para mantener en la estupidez a las mayorías, literalmente señala:
“…tentativas encarnizadas son hechas actualmente para remodelar a los individuos en su comportamiento…la posibilidad de que un número relativamente limitado de personas esté en capacidad de controlar, modificar y manipular la vida de un gran número de gentes…controlar las acciones humanas, los estados del espíritu, los deseos, los pensamientos…para remodelar a los individuos en su comportamiento, se encuentran las siguientes técnicas: estimulación y modificación del cerebro, programación del comportamiento, manipulación de los genes, radio control de los individuos, creación de técnicas refinadas para el manejo de grandes grupos humanos.”
Por supuesto que a esto se le debe agregar el control masivo a través de los medios de comunicación. El resultado final es un dominio de un grupo sobre la mayoría, por cierto, gran parte de esa mayoría respalda a su opresor, porque para entonces, los medios opresivos y persuasivos, ya han logrado su objetivo final, controlar la mente de los súbditos haciéndoles creer que son sus protectores, que están mejor con el estado de las cosas actuales, y ante ese “lavado de cerebro”, permítaseme la expresión, el régimen ha logrado su principal objetivo que es: acabar con le libertad de pensar. Aquí se comprende porque un reducido grupo de políticos ignorantes dominan a una gran mayoría y se imponen ante una oposición minoritaria. Han logrado acabar con la libertad de pensar, cuestionar, por eso la democracia, la verdadera democracia, defiende la libertad de pensamiento, expresión, la diversidad, la división de poderes. Sin estas libertades, todo se vuelve controlable, manipulable, en estas circunstancias Carrancá y Rivas se pregunta: “Qué pasa aquí?” Y él mismo busca y nos enseña que el hombre moderno le tiene miedo a la libertad, o, tal vez, le han creado ese miedo, y cita a Erich Fromm en su clásica obra: “El miedo a la libertad”:
“En el capitalismo, la actividad económica, el éxito, las ganancias materiales se vuelven fines en sí mismos. El destino del hombre se transforma en el contribuir al crecimiento del sistema económico, a la acumulación del capital, no ya para lograr la propia felicidad o salvación sino como un fin último. El hombre se convierte en un engranaje de la vasta máquina económica –un engranaje importante si posee mucho capital, uno insignificante si carece de él, pero en todos los casos continúa siendo un engranaje destinado a servir propósitos que le son exteriores.”
El destino del hombre. ¿Dónde lo encuentra usted? Desde luego que nadie ha tenido ni tiene la última palabra. Nadie puede garantizarle o responderle cuál es el destino del hombre. Lo que si podemos tener muy claro es que el hombre goza de ciertos atributos, capacidades y de un tiempo en la ciudad terrenal, diría Carrancá y Rivas, en la ciudad del hombre. Este tiempo nos permite vivir en libertad. Una vida sin libertad: ¿Qué valor tiene? Se comprende que algunas libertades son controladas y limitadas por la necesidad social de vivir y convivir, sin embargo, hay libertades que deben ser irrenunciables. La libertad de pensar, la libertad de elegir de acuerdo a mis posibilidades y circunstancias el camino que quiero transitar, la libertad de expresar lo que mi razón dicta, sin faltar al respeto a las otras razones, son privilegios irrenunciables.
Este es el camino que nos muestra Raúl Carrancá y Rivas en su libro: “Derecho y libertad”. Debemos transitar por el camino de la libertad. Conscientes que este camino conlleva responsabilidades. Aclarando que no se trata de poner un concepto o modelo de libertad. Con el sólo hecho de que usted piense, analice, cuestione, decida una postura, la que usted quiera, pero decida por usted mismo, todo esto forma parte de la libertad que hemos perdido y que urge recuperar. La libertad de pensar, la libertad de hacer uso público de la razón.
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