Voz en Libertad
Abril de 2016
Redes Sociales…. Tribunales especiales
Por Paco Guisa
Para quienes estudiamos Derecho no nos es ajeno el precepto Constitucional que señala que: nadie puede ser juzgado por Tribunales Especiales, así como el que proscribe los Juicios Sumarios.
Hoy en día, el justo reclamo de la sociedad para que su voz sea escuchada, ha encontrado su canal de expresión en las Redes Sociales, donde, en principio, se generó un sano ejercicio de Comunicación que, debemos reconocerlo, ha sido de gran utilidad al propiciar el debate de los asuntos que nos interesan como sociedad, y a través de la denuncia ciudadana, muchas veces anónima, ha servido para resolver diversos problemas que aquejan a los ciudadanos al encontrar las autoridades en las Redes Sociales un medio eficaz para conocer el sentir de la sociedad, y estar atentos a lo que se dice en las Redes sobre la gestión pública, mecanismo, muy necesario y eficiente para los Servidores Públicos, que por primera vez en la historia, pueden estar informados, en tiempo real, de lo que está pensando la sociedad.
Sin embargo este empoderamiento del ciudadano, deseable en principio, se ha venido tergiversando al constituirse no solo en un medio para denunciar hechos, sino para Juzgar y dar por sentado que lo que se dice y se repite intensamente en las redes es verdad absoluta e inobjetable, dando como resultado un efecto negativo, contrario a el sano principio para el que fueron creadas las redes que es el de mantener comunicados a los amigos y en general a toda la humanidad, efecto que ha llevado a la sociedad a encontrar en las redes un desahogo para sus frustraciones por estar padeciendo tantos problemas como la inseguridad, el desempleo, la corrupción y muchos más que desahogan en las redes Juzgando, condenando y destruyendo reputaciones, convirtiendo en delincuentes a personas inocentes, muchas veces por simples rumores, constituyendo indebidamente a un medio de comunicación, en Tribunal Especial, llegando muchas veces al exceso de pretender que se obtenga una sentencia y ejecución de la misma, encarcelando a los “culpables” que ya fueron juzgados por la sociedad a través de los medios. Presionando con esto a la autoridad para que ejerza una acción sin haberse dado muchas veces el antecedente de una denuncia formal o de una investigación exhaustiva de los hechos, provocando con ello precipitaciones que han llevado a no respetar el debido proceso y a que como consecuencia lógica, una instancia superior eche abajo las actuaciones, dejando en libertad a los supuestos delincuentes, cayendo con esto en un círculo vicioso perverso porque ante esto, la sociedad vuelve a juzgar, esta vez a los jueces y tribunales , tachándoles de corruptos e indolentes ante el reclamo de la Sociedad.
Todo lo anterior viene a cuento una vez que fue publicada la carta de la Sra. Rocío Acosta Fernández, Madre de Gerardo Rodríguez Acosta , uno de los muchachos que sufrió el linchamiento de la sociedad por la supuesta violación de la menor Daphne.
Si hoy preguntáramos a la ciudadanía si les gustaría vivir en un país donde se respete el Estado de Derecho, la respuesta mayoritariamente sería que Si, que eso sería lo deseable, sin embargo seguirían prevaleciendo los “Juicios Sumarios” que desde el cobarde anonimato tienen desarrollo constantemente en las Redes Sociales, Demostrando con ello el poco respeto y credibilidad de los ciudadanos en el sistema de impartición de justicia, sin el cual, no habría un verdadero estado de Derecho, pues nadie puede sustituir el trabajo de los tribunales.
Veamos, si los ciudadanos no nos imponemos una auto censura que nos lleve a informarnos debidamente antes de emitir una opinión que al volverse viral, pueda destrozar la imagen y honorabilidad de alguien, las Redes sociales dejarán de ser un instrumento de comunicación y de sana convivencia, para convertirse en un arma destructora de los principios y de las instituciones que sirven para vivir en paz y armonía.Por supuesto, no dejo de reconocer la utilidad de las Redes Sociales cuando se utilizan responsablemente
Así, antes de las redes Sociales existía “Radio Bemba” que esparcía rumores como reguero de pólvora por toda la ciudad, rumores destructivos que se generaban en el Molino (tortillerías) y en los lavaderos. En la actualidad son las Redes Sociales las que satisfacen esa necesidad de los seres humanos de destruir sin fundamento.
Ante esto, cobra relevancia la frase tan socorrida entre los abogados de que: “NO se debe litigar en los Medios, sino en Los Tribunales”.
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