Nunca se le despegaron, por el contrario, anduvieron como rémoras, como lapas adheridas al candidato que ya los soñaba. Por más de un mes dejaron de lado su crónica flojera para acompañarlo a sus eventos. “Aquí estamos recorriendo las calles de Xalapa con nuestro candidato y futuro alcalde Ricardo Ahued”, decía el más zángano de los tres.
Y la volvieron a hacer, ganaron por la vía del voto popular. Si en el 18 llegaron a una curul por el efecto López Obrador, ahora ese efecto se llamó Ricardo Ahued.
Nadie en su sano juicio daba un cacahuate por la reelección en las urnas de Rafael Hernández Villalpando, Rosalinda Galindo y Ana Miriam Ferráez, pero ganaron. Y lo hicieron con claridad.
Parte del triunfo se lo deben al dinero que corrió a raudales en sus distritos, ese que le fue negado a los veracruzanos en programas sociales. Pero la parte sustantiva del milagro corresponde al buen nombre y prestigio político de Ricardo Ahued Bardahuil.
Que nadie lo ponga en duda, el factor Ahued fue determinante para que este trio de zánganos sigan medrando a nuestras costillas por tres años más.
¿Qué se espera de ellos? Nada. Si nada hicieron en su primer periodo como legisladores, menos lo harán ahora que el voto popular los retuvo en su curul. Eso sí, si son bien nacidos deberán agradecer eternamente la existencia de Ricardo porque sin él, a estas horas estarían llorando su derrota.
Y en cuando a Ricardo poco hay que agregar. Hizo polvo las encuestas que vaticinaban una contienda muy cerrada con su más cercano perseguidor. Su triunfo por más de 50 mil votos es inobjetable y, de ribete, es el candidato más votado en la historia de Xalapa.
El problema es que…
Aún no toma posesión y las aguas futuristas lo están llevando ya al 2024 como candidato de Morena a la gubernatura de Veracruz.
Ricardo dijo el mismo domingo que terminará su periodo como munícipe pero pocos le creen. Tras su avasallador triunfo, López Obrador deberá redimensionar su afecto por su candidata Rocío Nahle y comenzar a pensar más en Ricardo Ahued.
Sigo insistiendo en mi tesis; el único activo de peso que tiene Morena en todo el estado, repito, en todo el estado, se llama Ricardo Ahued. Si hubieran puesto a otro como candidato a la alcaldía de Xalapa, lo habrían barrido sus oponentes.
Igual sucederá si ponen a otro candidato o candidata que no sea él como aspirante a la gubernatura de Veracruz.
Aunque aún es muy temprano que conste, sobre aviso no hay engaño.
Los que se van
De los 14 partidos políticos que contendieron en el proceso electoral en Veracruz, al menos seis escucharán las golondrinas pues no alcanzaron el 3% de la votación, porcentaje necesario para seguir medrando del presupuesto.
Los partidos nacionales que perderán su registro son Redes Sociales Progresistas (RSP) y Encuentro Solidario (PES), aunque puedes apostar lector a que ambos aparecerán en las elecciones del 2024 con otros nombres. No olvides que RSP fue antes el Partido Nueva Alianza y el PES fue el Partido Encuentro Social. Es decir, serán las mismas mulas, nomás que revolcadas.
Los partidos locales que no llegarán ni al año de existencia son: Unidad Ciudadana, Podemos, el cien veces muerto y resucitado Partido Cardenista y Todos por Veracruz.
Unidad Ciudadana estuvo varios meses sin que su presidenta Cinthya Lobato saliera de su casa donde permaneció en cuarentena por la pandemia. Como candidata a la alcaldía de Xalapa Cinthya prometió un Metro; obra faraónica para una ciudad que lo que requiere es de servicios más urgentes como el agua y en automático perdió votos. En la contienda quedó en quinto lugar con 3 mil 196 sufragios y así como nació su partido así se está yendo.
El Partido Podemos capitaneado por Francisco “Paco” Garrido, tampoco alcanzó el porcentaje necesario para mantener su registro y se irá. Quien se queda es Paco que para el 2024 habrá formado otro organismo político que le dé para seguir viviendo del erario.
Lázaro Cárdenas es una marca que aún deja dinero a los vividores de la política, tan es así que a pesar de que el Partido Cardenista ha perdido el registro en varias ocasiones, al siguiente proceso electoral ahí lo verás lector resucitado y renacido, aunque al final de la contienda lo vuelvan a bajar. A este partido no hay que decirle adiós sino hasta luego, con la seguridad de que dentro de tres años nos lo volveremos a topar.
También dejará de existir el Partido Todos por Veracruz que nunca levantó el vuelo. Pero quien piense que por este simple hecho Héctor Yunes Landa no estará en las boletas del 2024 buscando la gubernatura se equivoca. Los más probable es que el diputado federal vaya como abanderado del Partido Verde. Es decir, de que irá como candidato, eso es un hecho.