Rosa María Hernández Espejo fue la ganadora de las encuestas de Morena para designar a su “Promotora de la 4T” para el municipio de Veracruz.
Aún con ese resultado, Anilú Ingram Ballines sigue protestando y mediante presiones vía terceros busca que le den una buena tajada del pastel en el ayuntamiento de Veracruz.
Según referencias internas de Morena en el CEN, el segundo lugar en las encuestas fue para Pepín Ruiz, quien sin más asumió los resultados.
Pero en cambio Anilú Ingram a través de los nuevos apoyos que ha conseguido, quería que le dieran la designación, aún cuando sus resultados en la encuesta son bastante desfavorables.
De hecho, las versiones del interior de Morena señalan que cuando Luisa María Alcalde, la presidenta del Comité Ejecutivo Nacional de Morena, le mostró los resultados de la encuesta, Anilú alegó que estaban mal, que ella tenía sus encuestas y que en todas, ella ganaba, que tomaran esas para declararla ganadora.
Salió descompuesta de la entrevista con Luisa María Alcalde, por que no aceptaron su insistencia.
Le ofrecieron una regiduría y al parecer un par de posiciones de dirección en el ayuntamiento de Veracruz, pero ella quería más.
Las mismas fuentes internas de Morena refieren que pidió la Tesorería del ayuntamiento y la Dirección de Obras Públicas.
¿Por qué precisamente esas posiciones?
En esa reunión con Luisa María Alcalde también salió a relucir que tuvo un encuentro con la gobernadora Rocío Nahle, precisamente para llevar la fiesta en paz, pero igualmente su actitud fue la de exigir la postulación a la presidencia municipal por Morena, aún cuando sabía que no le toca.
Como decía Andrés Manuel López Obrador, no respeto la investidura de la gobernadora.
Vaya, mencionan que incluso amenazó con mover al PVEM para que también en el puerto de Veracruz se rompiera la alianza y que la postulen a ella por ese partido.
Eso fue lo que hizo que casi se reventara la liga.
Ante este escenario -de ser real-, la ex reina del carnaval mostró que ella desechó el llamado a la cordura política que le hicieran en días pasados.
De hecho, cuando era más que evidente que había perdido en la encuesta interna de Morena, Anilú Ingram intensifico la costosa campaña de promoción que lanzó, mediante “sus” encuestas, en las que ella ganaba con cifras manipuladas, muy distintas a las que mostraron las mediciones de Morena.
En este escenario de su rebeldía por rechazar incluso lo que se le ofrecía para cerrar el capítulo, incluso hubo quien mencionó que con su actitud “confirmaba lo que es: una vulgar ambiciosa”.
¿Será eso?, ¿será que acaso a Anilú la mueve sólo una vulgar ambición?
Anilú Ingram tiene una escuela bien específica en su forma de hacer política: la de Fidel Herrera Beltran, la cual mantuvo con Javier Duarte de Ochoa y luego repitió en su cercanía con Miguel Ángel Osorio Chong, durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Anilú Ingram abandona las filas del priísmo el año pasado, cuando queda bastante lejos en las posibilidades de que le dieran la candidatura al gobierno del estado, la cual reclamaba.
De ahí anduvo coqueteando con el Verde y con Morena, buscando una curul, tanto en el Congreso federal como en el local.
Desde el año pasado, poco después de la elección, comenzó a presionar por la candidatura a la presidencia municipal de Veracruz, ahora a través de un nuevo aliado, el expriísta Adrián Rubalcava Suárez, quien fue alcalde de Cuajimalpa y se volvió muy cercano a Claudia Sheinbaum.
La cercanía de Anilú Ingram y Adrián Ruvalcaba se nota porque la primera etiqueta muy seguido en sus publicaciones de Facebook al segundo, después de etiquetar a la presidenta Claudia Sheinbaum y a la gobernadora Rocío Nahle.
Aquí en Veracruz sus alianzas se identifican con Ricardo Exsome y Ramón Poo, a quienes se les atribuye que financiaron sus aspiraciones por la alcaldía de Veracruz, tras renunciar al PRI y al Partido Verde.
Por cierto su paso por el PVEM fue más efímero que el transcurrir de un cometa por las cercanías de la tierra.
Por sus recientes acciones, es evidente que la nueva “morenista” mantiene las actitudes de cuando militaba en el PRI, partido que la vio nacer políticamente y que la hizo millonaria, políticamente.
Anilú Ingram, ¿acaso cree que Rocío Nahle es igual que Cuitláhuac García, quien jamás gobernó?
¿Acaso no ve que en Veracruz las cosas cambiaron?
¿No se dará cuenta que si sigue tensando la liga eso será su perdición?
A veces, como decía el mismo López Obrador, el poder desequilibra a los menos avezados.
A los que quieren volverse místicos de la política y el poder por cualquier vía.