Hasta el domingo, en Xalapa se celebra desde el viernes pasado la 35 Feria Nacional del Libro Infantil y Juvenil de la Secretaría de Cultura, en el Colegio Preparatorio, que me parece (puede que esté equivocado) que por primera vez deveras se pensó en los peques, en los adolescentes y en los jóvenes, por la variada e interesante oferta para ese tipo de lectores, además por las actividades artísticas y musicales, los talleres y las presentaciones de obras que han venido teniendo lugar. Vale la pena ir.
Distraído por tantas cosas que han estado sucediendo en el terreno político, no había reparado en que en el directorio de la feria aparece como coordinadora del programa artístico Noemí Santa Brito Gómez, conocida mía (como también Alejandro Alex Arias Sosa, exadministrador de la Quinta de las Rosas, en el grupo de operación y logística), quien en la administración municipal de Américo Zúñiga Martínez estuvo al frente del área de cultura.
Noemí, pues, tiene méritos y experiencia para estar, lo que destaco porque no puedo dejar de mencionar también que es hija del maestro Carlos Brito Gómez, quien por muchos años, hasta su muerte, fue el puntal del priismo veracruzano y forjador de muchos cuadros juveniles tricolores, que con el tiempo dieron el ancho hasta ocupar cargos relevantes, como en el caso de Flavino Ríos Alvarado, que alcanzó la gubernatura, así haya sido por poco tiempo luego de la salida de Javier Duarte.
El aparente pequeño detalle me puso, sin duda, ante dos hechos interesantes: por una parte, el lado humano de la titular de Cultura, Xóchitl Molina González, y por el otro la apertura de la gobernadora Rocío Nahle con quienes no son de su partido ni de su grupo político, muy contrario, además, al sectarismo que caracterizó a su antecesor Cuitláhuac García Jiménez.
Muchos políticos y periodistas saben el cariño y aprecio que le tuvo el maestro Brito Gómez a Xóchitl, quien pasó por las filas priistas hasta formar parte de la dirigencia nacional, impulsada y propuesta por quien fue subsecretario de Gobierno en el sexenio del gobernador Rafael Hernández Ochoa, y cada año cuando se celebraba en Xalapa el cumpleaños del también exalcalde de Coatzacoalcos la hoy titular de Cultura era infaltable, además porque con su carácter le ponía sabor al baile que siempre tenía lugar.
Hoy, desaparecido el maestro y encumbrada Xóchitl en el gobierno morenista de Rocío Nahle, haber llamado a colaborar a Noemí es sin duda alguna un gesto de agradecimiento a quien en su momento le brindó todo su apoyo, lo que habla muy bien de la mujer política de raíces indígenas, del municipio de Tatahuicapan, porque el agradecimiento es un valor que casi se perdió entre los políticos, a quienes caracteriza más el desconocimiento y la traición a quien en algún momento les tendió la mano, lo que convierte a la titular de Cultura en una rara avis y la expone ante Rocío como una persona en quien puede confiar plenamente porque sabe que no la va a traicionar ya que sabe ser agradecida.
Pero es indudable que Xóchitl consultó el nombramiento de Noemí con Nahle, quien dio su visto bueno, lo que habla bien también de Rocío y, si así se quiere verle, le da la pauta para abrirse más con políticos y políticas originarios de formaciones distintas a su partido, que están dispuestos a ayudarla con el conocimiento y la experiencia que tienen del estado.
Volviendo a la feria, sin intención alguna de restarle méritos, me sorprende bien el trabajo de Xóchitl, reflejado en la organización y realización de la fiesta del libro, pues nos quedamos acostumbrados a verla metida siempre en temas de carácter agrario, campesino e indígena. Creo que mucho tiene que ver que se rodeó de gente que sabe del asunto y el evento, al menos en mi experiencia, está bastante decoroso, a la altura de la capital del estado, donde tiene lugar, también anualmente, la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) de la Universidad Veracruzana, de gran tradición y prestigio.
Termina otro mes horribilis para la gobernadora Nahle
Como junio, cuando su partido perdió la mayoría de las alcaldías del estado y más de un millón de votos, julio, que termina este jueves, será otro mes horribilis que en su joven sexenio ha vivido la gobernadora Rocío Nahle y que nunca en su vida va a olvidar, significado por su desafortunada declaración de que una maestra-taxista secuestrada murió a causa de un infarto, “les guste o no”.
Rocío tiene programado realizar este fin de semana una gira de trabajo por el norte del estado, que le hará bien a ella y a los veracruzanos, quienes quieren ver soluciones a sus carencias y problemas y esperan resultados, al margen de controversias, que solo han distraído la atención a lo prioritario.
Con anticipación, Nahle anunció que supervisará las obras de rehabilitación y modernización de tramos carreteros en Chicontepec, Tantoyuca, Pánuco, Naranjos y Tempoal, anuncio dentro del que cabe destacar que ha sido justa al reconocer la coordinación y participación de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) del Gobierno federal, que es la que realmente está trabajando.
Hasta el cansancio se ha dicho que el movimiento se demuestra andando. Qué bueno también que la gobernadora visitará municipios del norte porque, como he venido señalando, sus actividades las ha concentrado solo en Xalapa-Veracruz-Boca del Río-Coatzacoalcos.
¿Y Rojí dónde anda?
De quien poco o nada se sabe es del nuevo flamante secretario de Turismo, Igor Rojí López, un distinguido priista, a quien la gobernadora Rocío Nahle llamó a su equipo porque cree que él fue quien hizo de Orizaba la mejor ciudad turística del estado (luego del puerto de Veracruz, claro está) lo que no corresponde a la realidad.
Pues don Igor no solo no ha anunciado un solo teleférico para alguna otra ciudad del estado, como el de Pluviosilla, pero tampoco se le vio en estos días de crisis para la mandataria ni salió a tratar de contrarrestar la ola de señalamientos en su contra, que necesariamente dañaron la buena imagen del estado, con alguna campaña de promoción turística que dijera que Veracruz no solo es violencia ni desafortunadas declaraciones, sino que también tiene grandes atractivos y ofrece condiciones de seguridad para los visitantes.
Creo que Igor necesita con urgencia de la asesoría tanto de Juan Manuel Diez Francos como de Hugo Chaín Kuri, los alcaldes en funciones y electo de Orizaba, respectivamente, priistas ambos, para que le digan y le enseñen que siempre se comienza por el principio, como se dice en Alicia en el país de las maravillas, para que empiece a dar resultados, porque está dejando mal al priismo del que proviene. A ver a qué horas, don Igor.