A MANERA DE… EDITORIAL
*En Casas de la Cultura Jurídica
Como piñata, traen al inexperto e ignorante Director de la Casa de la Cultura Jurídica de la Capital del Estado, dependiente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Esta otra joyita “Bajacaliforniana” como digno E-Mulo de la 4t, en pocos meses está echando a pique lo que por décadas tanto se impulsó para hacer llegar la Cultura Jurídica a estudiantes, abogados y hasta funcionarios y empleados de los Poderes Judiciales, tanto del orden común como federal.
Pero este sujeto, de dudosa procedencia en cuanto al aspecto laboral y de preparación académica, es el más claro ejemplo de que la 4t no busca especialistas sino que sigue premiando la ineptitud, la carencia de conocimientos e inexperiencia, colocando a verdaderos borricos al frente de todos los puestos públicos.
¿Qué podemos decir de un sujeto que usurpa una profesión?
Este individuo que dice la vox populli, es un miembro distinguido de la cofradía del arcoíris, se dice Maestro en Administración de Aduanas, pero una revisión en el registro de la dirección general de profesiones a cargo del Veracruzano de Coatzacoalcos, Eduardo “Lalo” Andrade, dependiente de la Secretaría de Educación Pública, nos muestra que este sujeto carece de maestría y es solo licenciado en comercio exterior y aduanas con cédula profesional 4340991 egresado del Tecnológico de Baja California, Tijuana. Es decir, no es lo mismo maestro que “maistro”, emulando uno de los personajes que protagonizaron el desaparecido Héctor Suárez “El No Hay” o bien el recientemente fallecido Alfonso Zayas, en alguna de sus películas.
El mencionado Director de la Casa de la Cultura Jurídica de la Atenas Veracruzana, tiene el perfil perfecto para andar vendiendo limones, naranjas o nopales al extranjero, pero no para dirigir una Institución de Cultura en Materia Jurídica.
La ignorancia de este tipo raya en lo selectivo, como una forma de esconder no solo sus inclinaciones que al final sería lo de menos, pues cada quien es dueño de su cuerpo y su mente, pero zapatero a tus zapatos.
Hace falta que algún abogado o alguien de los que trabajan en el Poder Judicial Federal, le diga a este individuo que usurpar una profesión o un grado académico, en la forma que precisamente él lo hace, es una conducta sancionada por la ley y clasificada como delito.
Aunque quizá, lo que dudamos, en Baja California sea todo lo contrario; ya ve, acá nos traen toda la masquiña de la Baja Sur.
Habrán quienes digan u opinen que el tal Luis Iván no incurre en delito porque tiene una licenciatura sobre el tema pero el problema es que dicho señor simplemente no cuenta con un grado académico como el que presume; aunque con todo respeto para los hombres y ahora mujeres también, responsables de la honrosa labor de la albañilería, no es lo mismo el maestro que el “maistro”.
Pero no debe sorprendernos esto, allá en el Poder Judicial del Estado en el Consejo de la Judicatura tienen como proyectista a un arquitecto aunque muchos dicen que en realidad es un arquinepto.