* Antonio del Río Argudin, otro caso de encarcelamiento político del gobierno de Cuitláhuac
* Eleazar Guerrero, despilfarro del dinero de Sefiplan y los acarreados de primera
Marco Antonio Aguirre Rodríguez
El uso de la fuerza pública con fines políticos, es una de las características que ha tenido éste gobierno de Cuitláhuac García Jiménez, situación que se acentuó el año pasado con el proceso electoral, pero que se mantiene en este 2022.
A los casos de encarcelamiento político se suma ahora el de Antonio del Río Argudin, quien fue torturado en el Penalito de Veracruz por el director de ese lugar, Iván Márquez Lucido, “para darle una lección”, “por ser panista y haber ayudado a los Yunes en campaña”.
Y sí, es cierto, Antonio del Río los ayudó.
Fue candidato a la diputación local por el distrito 14 de Veracruz, postulado por el partido Podemos, nominación a la que renunció y en cambio se pronunció a favor de Patricia Rodríguez Lobeira por la presidencia municipal de Veracruz.
Cosas de la vida. Que se sepa, hasta ahora, ni la alcaldesa ni nadie de los Yunes azules ha metido las manos a su favor en el proceso que lleva contra Iván Márquez, por las afrentas recibidas, aún cuando existe la presunción de que pudo haber sido apresado por sus actos políticos.
En este caso de presunta persecución política, se da otro aspecto altamente grave por parte del gobierno de Cuitláhuac García Jiménez: El encubrimiento y la protección al torturador, aún cuando existen evidencias de sus actos.
Iván Márquez es un funcionario del gobierno del estado y si Cuitláhuac García ya hubiera ordenado que lo destituyesen, ya no estaría en esa posición.
En la Secretaría de Seguridad Pública (SSP Veracruz), el titular de esa dependencia Cuauhtémoc Zúñiga Bonilla, mantiene en el cargo a Iván Márquez, a pesar de que se presentó la denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE) y que también se hizo el señalamiento ante la Dirección de Asuntos Internos de la SSP, aportando los vídeos con testimonios de exreos del Penalito que atestiguaron la tortura e incluso de custodios de ese lugar.
Antonio del Río fue detenido el 10 de febrero, por una denuncia presentada en 2018 y que se mantuvo estática hasta éste 2021, después de sus actos políticos.
Fue ingresado al Penalito el mismo día, por un delito considerado no grave, pero aún así el juez le determinó prisión preventiva oficiosa alegando peligro de fuga. El mismo modus operandi que en los otros casos de detención política, buscar el pretexto para meter a la cárcel a alguien.
y estuvo prisionero en ese lugar hasta el 6 de junio, durante casi 4 meses, en otro acto irregular, porque ese se supone es un modulo para detenciones por 72 horas, no para largas estadías.
Del Penalito salió cuando fue liberado, después de que se determinó su inocencia.
En ese lapso es cuando fue torturado.
Primero Iván Márquez se le acercó y le pidió 20 mil pesos, para “no molestarlo”. Antonio del Río entregó el dinero, aunque después le pidieron nuevas cantidades de efectivo.
Aún así, un día Iván Márquez comenzó a torturarlo, “por panista”, “por haber ayudado a los Yunes”.
Eso fue la confirmación de que la detención no había sido casualidad, si no que había un trasfondo político.
Esto refuerza la evidencia de que Antonio del Río es un perseguido político más del gobierno de Cuitláhuac García, con lo cual las agresiones en su contra tienen el agravante de violencia política.
Del Río Argudin, aseguró que los actos de violencia física en su contra fueron de diverso tipo: tablazos en los glúteos y ‘pechazos’ (los pechazos son golpes a mano abierta y mojada en el pecho; te quitan la camisa, te hincan y te gopean; a veces te sostiene otro preso,otras veces te dicen «vas solo y si te caes o chillas va doble».
Cuando sale de la cárcel, Antonio del Río logra contactar a otros presos y a custodios que aceptan atestiguar en video, que lo habían torturado.
Con esos elementos presenta la denuncia ante la Fiscalía, el 6 de octubre, pero la dependencia a cargo de Verónica Hernández Giadans nada más la acepta,, pero no se mueve para nada la demanda.
Ante esto, el 25 de octubre presenta una denuncia ante Asuntos Internos de la SSP, pero tampoco ocurre algo.
Vaya, en la SSP tan les importó poco la denuncia contra el funcionario del gobierno de Cuitláhuac García, que ni siquiera han contestado a la fecha sobre la misma denuncia.
Antonio del Río para seguir el proceso de documentar la tortura, se sometió al Protocolo de Estambul, y se le hizo una valoración psicológica, en la cual se asienta que “su actitud, energía y comportamiento es característica de una persona que padeció un situación de vida traumatizante”.
Además de esto, el Hospital de Alta Especialidad de Veracruz acaba de emitir el 7 de diciembre, un certificado médico validando que Antonio del Río tiene fisura de vertebra, producto de las agresiones sufridas en el Penalito, lesiones que tardan más de un año en sanar.
El Protocolo de Estambul, es el nombre con el que se conoce a el “Manual de Investigación y Documentación Efectiva sobre Tortura, Castigos y Tratamientos Crueles, Inhumanos o Degradantes”, el cual marca cómo hacer las investigaciones y la documentación de la tortura, para demostrar que se dio, y en consecuencia castigar a sus responsables, además de garantizar una reparación adecuada para las víctimas, buscando -en términos más generales- evitar futuros actos de tortura.
Todo esto se integra a la carpeta de investigación 308/2022, levantada por la denuncia que hizo Del Río Argudin contra Iván Márquez, por el delito de tortura cometido en su contra.
Sin embargo, ni con los nuevos elementos, la Fiscalía de Veracruz ha solicitado la orden de aprehensión correspondiente, solapando al funcionario del gobierno de Cuitláhuac García, mientras que la Secretaría de Seguridad Pública lo mantiene en su cargo, protegiéndolo, aún cuando se sabe ya de sus prácticas de tortura y extorsión a los reos que se encuentran en ese lugar.
E Iván Márquez se presenta en su puesto, tan seguro como quien sabe que nada le pasará porque habrá quien lo proteja.
Y lo más seguro es que así debe de ser, porque alguien debió de haberle dicho el supuesto antecedente panista de del Río Argudin y debió de avalar la tortura.
Este, pues, es otro caso de violencia política, en el cual, al parecer, el gobernador lucha porque quede impune.
ELEAZAR GUERRERO, DESPILFARRO DEL DINERO DE SEFIPLAN Y LOS ACARREADOS DE PRIMERA
Eleazar Guerrero Pérez es primo de Cuitláhuac García, ya demostrado, con cotejo de actas de nacimiento y toda la cosa.
Por eso también es el subsecretario de Finanzas de la Sefiplan.
Eleazar Guerrero se inventó un membrete, el de Unidos Todos, con el que hace acarreos de personas, sobre todo de burócratas, para tratar de mostrar que tiene “un gran arrastre popular”.
Ahora que se dio la marcha en apoyo a López Obrador alquilaron cerca de 10 camiones.
Y éste domingo hicieron una comida multitudinaria en Banderilla, con acarreados de primera, porque a estos si les dieron de comer, a la que llegó el gobernador Cuitláhuac García.
¿De dónde saca Eleazar Guerrero dinero para financiar sus eventos?.
Los mal pensados creerán que de la Secretaría de Finanzas.
O que todos los administrativos que tiene incrustados en las diversas dependencias del gobierno de Cuitláhuac García cooperaron para la reunión.
Como sea, el dinero sale de las arcas del gobierno del estado, implicando corrupción.
¿O de dónde saca Eleazar Guerrero dinero par sus actos y demás movimientos?.
Ni modo que diga que le cae del cielo.