La ecuación era muy sencilla, de hecho ni a ecuación llegaba. Antes de anunciar la alianza Va por México en Veracruz, los tres partidos que la conforman se habían repartido el pastel. Al PAN le tocó la tajada más grande al quedarse con nueve de los veinte distritos electorales. El PRD fue la gran revelación al agenciarse seis, al PRI le tocaron cuatro y tutti contenti.
Nadie objetó la distribución porque el PAN quedó en segundo lugar en las elecciones pasadas, el PRD fue su aliado y el PRI sufrió su más grande derrota. El único distrito que quedó sin alianza fue el de Coatzacoalcos ya que los tres partidos acordaron buscar el triunfo por su lado, lo que hizo que muchas cejas se levantaran.
En mi columna del 23 de diciembre dije que a pesar de que la alianza era contra natura: “En estos momentos no hay otra forma de ganarle a Morena. Si ese partido ganó arrolladoramente hace dos años, ahora las cosas pueden resultar a la inversa si al pésimo gobierno de Cuitláhuac, Va por México antepone candidatos dignos y confiables.
“El camino hacia el 6 de junio será duro, atropellado y tortuoso, pero la mesa está puesta para que los integrantes de Va por México hagan historia. Allá ellos si cometen la torpeza de jalar el mantel”.
Y lo jalaron.
O mejor dicho, lo jaló el PAN al no respetar los acuerdos y querer más tajadas del pastel.
La discordia fue Xalapa que había sido para el PRI y PRD, pero el líder estatal del PAN Joaquín Guzmán Avilés, se quiso agandallar los dos distritos (Xalapa uno y dos) así como la alcaldía. Y ahí se rompió el encanto.
Este domingo tanto el presidente estatal del PRI Marlon Ramírez, como el del PRD Sergio Cadena, dijeron en conferencia de prensa que por “acuerdos ocultos del PAN” se enturbió la alianza. Joaquín reviró al manifestar que la alianza sigue pero que no debe basarse en “caprichos electorales” del PRI y el PRD.
Lo cierto es que la alianza se tambalea si no es que ya se quebró.
¿Cuáles son esos acuerdos ocultos? Aunque ni Marlon ni Sergio lo dijeron, corre la versión de que Joaquín Guzmán tiene sobre el cuello la pesada bota del Secretario de Gobierno, Eric Cisneros, que le habría mostrado el rosario de observaciones del Orfis a su paso por la Secretaría de Agricultura.
De ahí que se haya puesto rebelde y remilgoso con sus compañeros del PRI y PRD. El temor a pisar la cárcel ha hecho de Joaquín un dirigente opositor temeroso y moldeable para Morena.
Con todo, Marlon Ramírez dijo que a pesar de que el PAN, PRI y PRD han sido antagonistas históricos, en este momento lo que necesita Veracruz es altura de miras para construir entre todos una opción política, que se contraponga a todo lo malo que está ocurriendo en la entidad.
“Yo no le voy a regatear nada a Veracruz y mi partido no le va a regatear nada absolutamente a este estado. Si para que el resultado de la elección sea positivo, nos debemos de volver a sentar con el PAN lo haremos. Pero sí es importante que quede muy claro: las alianzas políticas se construyen con generosidad, con altura de miras y entendiendo que el bien que se privilegia es el de todos los ciudadanos” indicó el líder tricolor.
Pero más adelante agregó: “Le solicitamos con humildad a la dirigencia de Acción Nacional nos permita explorar la posibilidad de ir solo PRD y PRI en una alianza, que tenga la libertad de alzar la voz por los que no están de acuerdo con el Gobierno de México y con el Gobierno de Veracruz”.
Y con este mensaje el PAN quedó entrampado porque si se va de la alianza que le vaya bien, pero si regresa tendrá que bailar al son que le toquen el PRI y el PRD en Xalapa. Sobre todo el PRI.
¿Qué va a pasar? Si no van unidos los tres partidos las cosas se pondrán muy hacia arriba para el PRI y PRD. Pero serán imposibles para el PAN y más si lleva un candidato de caricatura como Sergio Hernández Hernández a la alcaldía de Xalapa. Y es que David Velasco (el probable abanderado de esa triple alianza), confió ayer mismo a sus cercanos que si el PAN va en solitario no irá por ese partido así le ofrezcan las perlas de la Virgen.
No todo está perdido para el PRI y el PRD dupla a la que no hay que dar por muerta porque podrían dar un campanazo. Y algo más que una buena campaña deberán hacer esos dos partidos para lograr lo imposible: arrebatarle a Morena la mayoría en el Congreso local. Un caso distinto es el PAN que perderá otra oportunidad de ganar y gobernar por primera vez en Xalapa a pesar de que lo ha intentado desde hace 79 años.