“La naturaleza humana es buena, y la maldad es esencialmente antinatural.” — Confucio.
Como parte de la Glosa del II Informe de Gobierno del C. Cuitláhuac García Jiménez sus secretarias y secretarios han ido compareciendo ante los integrantes de la Sexagésima Quinta Legislatura, hasta antes de iniciar el mes de diciembre las cosas marchaban de manera regular, vamos aceptable en términos de los cánones legislativos.
Acarreados, paleros y aplaudidores forman parte de este ejercicio de rendición de cuentas, el folclor político veracruzano en su máxima expresión había pasado de manera regular.
Hasta este martes 01 de diciembre, cuando hacía su intervención el secretario de Educación, Zenyazen Roberto Escobar García, en un recinto extremadamente custodiado y vigilado, en primera instancia, por la pandemia del Covid-19, en segunda instancia, como medida de control para evitar exabruptos.
Lastimosamente eso no ocurrió. Alguien con la perversidad y maquiavélica intención de hacerlo ver mal le mandó una gema para su colección.
Un Topacio resulta ser según refiere la Real Academia de la Lengua Española (RAE) una piedra fina, amarilla, muy dura, compuesta generalmente de sílice, alúmina y flúor.
Considerada dentro de las piedras semipreciosas, alguien le mando esta joyita al responsable de la Educación de Veracruz con el único afán de empañar la comparecencia y hacerle quedar mal frente al Gobernador, Cuitláhuac García.
Así de quién sabe dónde, ni cómo es que se pudo meter al recinto legislativo, la ex docente Citlalli Topacio Hernández Ramírez, aquella que durante el Gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares fue detenida y puesta a disposición de un juez de control del reclusorio de Pacho Viejo el 12 de diciembre de 2016, donde enfrentó los procesos penales 257/2017 y 201/2017, por obstruir las vías generales de comunicación y medios de transporte y por incitación a cometer un delito.
Extrañamente para la llegada de la actual administración logró obtener los beneficios de un procedimiento abreviado y una suspensión condicional del proceso, obteniendo su libertad el 16 de febrero de 2018, y poniéndose a disposición de un perverso funcionario que ahora la emplea de ariete para increpar, violentar, protestar a conveniencia.
Claro si el PRI en su momento tuvo a su Rafael “Loco” Ochoa, que a cambio de una lana increpaba a cuanto personaje fuera incomodo, pues la 4T tiene a su Topacio Hernández.
Y es que la pseudodocente a grito pelón, como en patio de vecindad, comenzó a inferir toda clase de improperios en contra del funcionario y de los mismos legisladores, sin guardar las formas y el respeto al acto que se desarrollaba.
Alegando que era la representante de la organización civil Visión Juvenil Veracruzana que aglutina al menos 22 docentes a los que acusaba no les han pagado señaló: “Están desviando recursos y necesitamos soluciones, Veracruz necesita un cambio, MORENA dijo que no traicionaría y miren lo que nos están haciendo”.
La infiltrada alegó que habría sido amenazada, así como su familia por enviados del secretario de Educación, Zenyazen Escobar García, “van a matar a mi familia e hijas si revelo los documentos que tengo en mi poder, Zenyazen se ha negado a pagar y recibirme, me han bloqueado y violentando mis derechos laborales”.
Tras el paso de las horas, se ha comenzado a manejar la versión de que la joya enviada como obsequio al secretario de Educación vendría directamente de la oficina del responsable de la gobernabilidad en Veracruz, quien ve en su compañero de gabinete a la más fuerte oposición para asirse del control gubernamental del estado.
Grave situación, sobre todo bajo el escenario que enfrenta la entidad, más cuando pareciera que al mismo Ejecutivo, el responsable de la política interior no le ha informado que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) le puso un ultimátum tras desatender los plazos impuestos para el pago de adeudos a poco más de 60 municipios veracruzanos.
Y es que los 90 días perentorios que la SCJN otorgó al Gobierno Estatal para el reintegro de recursos federales desviados en pasadas administraciones y que esta administración debió devolver simplemente fue ignorado por instrucción del mismo responsable de la Secretaría de Gobierno.
Confirmando su pleno desconocimiento y alcance jurídico –mismo que terminó de ser evidente tras el palo a la Reforma Electoral-, el pago de intereses, así como hasta los llamados de apercibimiento al mismo Ejecutivo y al mismo originario de Otatitlán que pudieran terminar en sus inminentes remociones, sumarán, las multas por incumplimientos, el pago incorrecto a cada municipalidad, bajo el argumento de liquidar vía convenios montos menores a los adeudados, mismos que la SCJN, afirmó son ilegales, han sido la constante por parte del rollizo funcionario.
Lo grave del asunto es que aun cuando el Gobierno Estatal cuenta con el recurso para liquidar el adeudo, prefieren devolverlo a la Federación –bajo el esquema de subejercicio- para quedar bien con su mesías tropical.
Aunado al hecho de que esos recursos serían destinados directamente a la ejecución de obra pública municipal, en menoscabo de los ciudadanos.
Menudo problemón el que se avecina, pues en donde la SCJN ejecute la instrucción por desacato, tanto Cuitláhuac García como Eric Patrocinio Cisneros habrán de salir de sus encargos para encarar procesos penales severos.
El Gobierno del Estado no tiene ninguna salida jurídica, más que cumplir con el pago de las deudas a los municipios y el pago de los intereses.
Con esta clase de maquiavélico personaje pretende seguir gobernando Veracruz señor Cuitláhuac, será momento de verdaderamente evaluar qué beneficios le deja su acompañamiento, porque el daño a la entidad es evidente.
Al tiempo.
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