“El éxito en la vida consiste en seguir siempre adelante.” – Samuel Johnson.
Por más que la oposición y la prensa nacional critiquen al presidente Andrés Manuel López Obrador por su estilo tan personal de gobernar, es indiscutible que el personaje cuenta con todas las características de esos animales políticos que marcan un antes y un después tras su paso por la función pública.
Los cambios recientemente anunciados en su gabinete, forman parte de su estrategia por despabilar al acartonado séquito de funcionarios que, en el afán de no mortificarlo, callan y no le discuten nada.
Quizá por ello, el presidente realiza estos ajustes, pues al tabasqueño le gusta que lo reten, al menos se atrevan a esbozar materia gris –ideas- aunque él se las vete, pero de algún modo, demuestren tener capacidad para llegado el momento ser tomados en cuenta para promoverlos a otros cargos de mayor envergadura.
Queda claro, que los ajustes confirman quienes realizaban la chamba y quienes no, la salida de su paisano, Javier May Rodríguez confirma que en eso de llevar el pulso y la responsabilidad de capitalizar políticamente los programas del bienestar le quedaba tan grande.
Por eso, López Obrador, ajusta, modifica, rectifica, a sabiendas que esa maquinita deberá estar bien aceitada para llegado el momento emplearla a la hora de consultar a los mexicanos si se queda o se va al frente de su responsabilidad, con la tan cacareada consulta popular para la “revocación del mandato”.
Así la originaria de Chicontepec, Aridana Montiel Reyes entra al quite, pues confirmó con su trabajo, discreto y sumamente efectivo que es persona de confianza y de fiar.
Apenas este sábado el presidente la mando a placear a Veracruz su estado natal –sus padres son también de acá- a donde le encomendó levantar una radiografía inmediata de la situación que vive el estado tras la escandaliza provocada por el pleito entre Ricardo Monreal y Dante Delgado versus el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez.
Ese que el mismo presidente mandó a provocar. Con el que abre su brecha y diferencia con el personaje que sabía le habría de provocar un dolor de cabeza a la hora de la sucesión.
López Obrador conoce a la perfección a sus seguidores, y sabía que Ricardo Monreal Ávila habría de revelarse a su determinación de impulsar la candidatura de alguien más y no la suya.
Lo que no pasa con otros personajes como el mismo Marcelo Ebrard Casaubón que a la primera apretada se iba a constreñir a la voluntad del gran tlatoani.
Así discretamente, el chocojarocho como se autonombra, encarta para la sucesión de Veracruz a una mujer joven, leal a su doctrina y a su propuesta, en donde el escenario está sumamente caldeado y en pleito permanente entre los actores políticos.
Así que la secretaría de Energía, Roció Nahle García ya no es la única con nivel en el gabinete que pudiera disputar la candidatura llegado el momento, a eso súmele al diputado federal y presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna, al delegado del Bienestar, Manuel Huerta Ladrón de Guevara.
Sextante
La dirigencia nacional del PAN que encabeza Marko Cortes Mendoza ratificará la elección de la dirigencia Estatal de Veracruz, que será encabezada por Federico Salomón Molina, aun cuando el candidato perdedor Joaquín Rosendo Guzmán Avilés interpusiera recursos de impugnación ante el órgano electoral del partido.
Las determinaciones del Comité Ejecutivo Nacional nos dicen será categórica pues el proceso se desarrolló con pulcritud, con altos niveles de orden y en paz, y con una diferencia de cerca de 600 votos.
Razón por la que no se encontraron elementos para anular la elección. El resultado es un gran golpe del panismo identificado con la familia Yunes Márquez, que cerraron bien el 2021 al lograr la alcaldía de Veracruz con Paty Lobeira, y empiezan mejor el 2022 con la ratificación de Federico Salomón e Indira Rosales San Román en la dirigencia veracruzana.
Al tiempo.
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