Vía Empresarial
LA MEGAFIESTA DE RUBÍ
Ing. Fernando Padilla Farfán
La fiesta de quince años de Rubí, una chica de un pequeño pueblo de San Luís Potosí, de pronto se convirtió en la ceremonia más difundida en la historia de México. Así, sin exagerar.
Asistieron miles. Tuvieron que entrarle a la organización las autoridades municipales y algunas estatales. La emoción de la gente que acudió podía ser equiparable con el descubrimiento de un ser milagroso.
El motivo del gran festín fue la falta de pericia del papá en el manejo de las redes sociales. Vamos por partes.
El señor, creyéndose experto en el manejo del Facebook, publicó una invitación con los datos de la reservada fiesta, suponiendo que sería vista únicamente por familiares y amigos que no sumaban más de un centenar. Detalló el menú e informó que habría suficiente comida y bebida para “todos”. Jamás se imaginó que el dichoso mensajito sería visto por cientos de miles de personas, quienes, sin más, se dieron por invitados.
El involuntario error movió masas; fue todo un fenómeno.
La capacidad económica de la familia serviría para halagar a no más de 150 personas ¡no más! Mucho menos a 20 o 30 mil que finalmente acudieron.
El papá, preocupado, estuvo a punto de recular. Los políticos locales lo convencieron de que siguiera adelante. Visualizaron que habría mucha prensa y televisión. El municipio se convertiría en el epicentro de la noticia y eso representaba un momento de fama para la clase política local. Le prometieron apoyarlo en la organización y los costos. La televisión llegó al lugar con la anticipación requerida.
Al festejo no nada más acudieron de la República Mexicana, también del extranjero. Queda claro que la idea no era comer y beber gratis, en el viaje gastaron mucho más dinero.
Si bien es cierto que lo que movió a todos fue una impensada convocatoria que se tornó en masiva, la razón de fondo fue una demostración de la ausencia de verdaderos liderazgos que muevan masas de forma espontánea. Los convocados no eran de una sola corriente ideológica o filosófica, había de todos los pensamientos y convicciones. Su voluntad fue arrastrada por una fiesta común y corriente a la cual ni siquiera habían sido invitados personalmente.
Lo llama la atención es que pudiera haber otra convocatoria mañosamente pensada que movilice a miles, o tal vez a millones. Las redes daban cuenta que a muchos usuarios del internet les hubiese gustado estar ahí, sólo por estar. ¿Qué fue lo que los vinculó con el evento? ¿Cuál fue el punto de coincidencia?
Si no había relación familiar, ni afectiva, si nunca se habían visto ni tenían idea de quién era esa familia, ni de la existencia del pueblo; entonces, pudo haberse tratado de un poderoso sentimiento capaz de mover a toda esa gente hacia un propósito tan llano como una fiesta de quince años de una sencilla chica.
Esto confirma la idea de que, por algún motivo de mayor interés popular, pudieran provocarse reacciones mayores en protesta o rechazo de algo.
La lista de auto invitados al pueblo La joya, municipio de Guadalupe del Estado de San Luís Potosí, rebasó cualquier expectativa; fue un evento que surgió de lo virtual, prácticamente de la nada.
Finalmente, todos se divirtieron. Nadie se quejó que no les tocara silla, mesa o comida; tampoco de la atención de los anfitriones.