ACONTRACORRIENTE
YUNES LINARES, CON VENTAJA CONSIDERABLE
Manuel del Ángel Rocha
A cinco días de que se realice la elección por la mini gubernatura de dos años, Miguel Ángel Yunes Linares candidato de la coalición PAN-PRD, según la encuestadora Berumen y Asociados, mantiene una delantera formidable de por lo menos 6 puntos, sobre Héctor Yunes Landa, candidato del PRI, y 10 sobre Cuitláhuac García Jiménez, de Morena. Se han publicitado dos encuestas más, pero sin el peso de encuestadoras de renombre, donde en tendencia excedida, favorecen a Héctor y la otra a Cuitláhuac.
Ante un panorama desolador resistido durante doce años por los veracruzanos, la administración de la fidelidad-prospera, insiste en suministrar más mentiras a la población para reverdecer su infecundo monumento y conservar el poder, pero la polución y corruptelas trascendidos al interior del estado, el país, e incluso allende nuestras fronteras, les cobrará un altísimo costo político, del que quizá ya no se levanten. Si las quimeras sembradas en contra del odiado archienemigo, la entrega de una “lanita, despensas raquíticas, y frijol con gorgojo”, la violencia y la inseguridad, no alcanzan para apaciguar el descontento generalizado, al PRI aún le quedan estos días para convencer mediante más dádivas, a cuatrocientos mil votantes, más el medio millón que tiene cautivos y llegar a los novecientos mil votos, para empatarle a Yunes Linares.
Aunque la primacía del candidato del PAN-PRD es evidente, no todo el ciudadano inconforme que es encuestado, va a votar, a diferencia de la clientela priísta, que las promesas y la manipulación le son emotivas y acude a las urnas. A la pauperización del pueblo, el falsario PRI-gobierno aún le apuesta a que desvincule su pobreza habitual, con su oferta electoral. Que olvide su realidad, por “los verdes vales de medicina” que nunca llegarán, y que voten por aquellos que han depredado el dinero para la compra de medicinas y atención médica, afectando su salud, nivel de vida, y arrojándolo a la precariedad, junto con su familia. Que se olviden de las empresas fantasmas que han sido una constante y parte integrante de las ultimas dos administraciones. Armadas por los funcionarios más cercanos a los gobernadores en turno, sin importar el grado de lesión social, ni el monto, en cientos o miles de millones de pesos de la estafa. Estos defraudadores, promotores del voto del PRI, en la cima de su desvergüenza, se sienten satisfechos por las fortunas acumuladas, que van de la mano del éxito político, donde su patrón, como parte de la recompensa, los asciende a diputados locales o federales. Tal es el caso de los ahora diputados federales Erick Lagos Hernández, Jorge Carballo Delfín, Tarek Abdala Saad, Edgar Espinoza Carrera, Adolfo Mota Hernández, y Alberto Silva Ramos (con licencia), todos y cada uno de ellos, con sus respectivos equipos, hoy hacen campaña para que el PRI siga en el poder. De esa caterva también se encuentran los ahora candidatos a diputados locales Vicente Benítez González y Juan Manuel del Castillo, que buscan una curul para gozar del fuero, y continuar operando por la corrupción e impunidad, que ya de manera triunfante, Héctor Yunes les levantó la mano, refrendándoles su apoyo. Esa es la pandilla de los nuevos ricos, que además de gozar de sus fortunas, se pasean esplendentes, como si sus actos ilegales fueran digno ejemplo a reproducirse. Pero hay otros nombres como Gabriel Deantes, Secretario de Trabajo y operador político de Duarte, Carlos Aguirre, ex sempiterno y ex plenipotenciario en la SEFIPLAN, Mauricio Audirac ex de todo en el estado, Fernando Charleston, Salvador Manzur, Marcelo Montiel, Carolina Gudiño, Elizabeth Morales, Americo Zúñiga. Diputados locales como Francisco Garrido, el cacique Juan Nicolás Callejas, y toda una retahíla de nombres ligados al saqueo de los recursos, que dirigidos por Fidel Herrera y Javier Duarte, han contribuido para mantener el estado de postración de la sociedad veracruzana.
La pobreza existente en el estado tiene su origen en la distribución desigual de la riqueza, pero principalmente en el desvío de recursos para fines de lucro del grupo gobernante, que en Veracruz, de los dos nuevos millones de pobres en el país, medio millón germinan en el estado, como parte de la prueba inobjetable de que las empresas de papel, creadas para delinquir, afectan ha quienes menos tienen, que hoy por hoy residen en las zonas serranas y el medio rural principalmente, y que a la postre, son la cardinal reserva de votos verdes para la inmoral y deseada victoria del PRI. Esta es la estrategia del PRI-gobierno, empobrecer a la población, que de manera dialéctica le representa seguir en el poder. En la pobreza está la clientela perfecta para perpetuarse en él.
A cinco días de que se realice la votación, la coacción del voto a través de los programas sociales, la siembra del miedo, las instancias corporativas y clientelares, el PRI-gobierno y aliados, están mas que hiperactivos, toda vez que los números son pírricos, incluso para alcanzar a Cuitláhuac. Recorren, -acosados por Fidel Herrera-, cada rincón del estado, revisitando lugares y compinches, y resembrando la idea de que con el nuevo PRI, ahora sí, con Héctor Yunes, se obtendrá la felicidad eterna.
Gobierno pusilánime, pestilente, que con hechos vergonzosos, incontrovertibles, de manera dialéctica, es el principal promotor de la alternancia política que ya se respira, pero con el riesgo de que subsistan, la única opción es salir a votar y terminar con esta negra pesadilla de doce años de desesperanza y consternación.