ACONTRACORRIENTE
Manuel del Ángel Rocha
Para muchos “antipejejistas”, el crecimiento acelerado del candidato del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Cuitláhuac García Jiménez, les esta provocando urticaria o psoriasis, porque sigue avanzando en las preferencias electorales, lo que para muchos representa una desagradable sorpresa. En este escenario, las dirigencias del PAN y PRD, señalan que el gobierno del estado esta impulsando artificialmente al candidato Moreno. En breve historia recordemos que su fundador Andrés Manuel López Obrador, de la estirpe del caudillismo mexicano, ha participado en dos contiendas presidenciales (y va por la tercera). Que siendo Jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal, se confrontó contra el ex presidente, Vicente Fox, (el alto vacio, hoy en pleito contra Donald Trump), al que mediáticamente venció, lo que lo catapultó para ganar en las urnas la presidencia en el 2006, pero el poder de los dueños del país lo derrotaron en la mesa, que no en las urnas. Sabemos que el depositario del Poder Ejecutivo en México, es un empleado fiel de los intereses económicos y políticos de los autóctonos burgueses, que mantiene el control sobre las instituciones electorales, (INE, antes IFE y Tribunal Federal Electoral), mismos que determinaron la elección a favor del panista Felipe Calderón, y que a todas luces sigue siendo el fraude electoral mas grande del México neoliberal y posmoderno.
Ello permitió que AMLO trascendiera al país, y desde el exterior lo identifican como un líder social de alta credibilidad. De ahí le viene la fuerza a Cuitláhuac, de López Obrador y Morena. Cuitláhuac, por si solo, sólo es un ciudadano equis. Pero seria parcial si solo enuncio la parte más visible del crecimiento del candidato Moreno, porque situados en el contexto de Veracruz, donde en sentido inverso, la aceptación y credibilidad del gobierno y su partido, no solo están por los suelos, sino que descansan sin paz, bajo toneladas de miseria, recriminaciones y resentimientos en grado superlativo. Ello ha llevado a que las capas poblacionales asentadas en el medio urbano y semiurbano de las ciudades y municipios mas representativos de Veracruz, a sufrir el evidente olvido y la desviación de sus recursos por parte del gobierno, beneficiando a los funcionarios “estrella” de Duarte y Fidel Herrera, y enterarse además, que ese dinero sirvió para comprar centros comerciales, o edificios y residencias en Europa, Estados Unidos, o las Islas del Caribe, o en el propio país. Este hecho ha radicalizado el sentir social, al identificar también a Héctor Yunes Landa como parte de la continuidad transexenal priísta, o en el caso de Miguel Ángel Yunes Linares, candidato del PAN-PRD, ha terminado por creer parte de la incesante propaganda incriminatoria en su contra.
Y justo cuando la guerra sucia esta en la cima, auspiciada por Duarte-Herrera y la adhesión de Héctor Yunes, la ciudadanía que todo lo audita, direcciona su preferencia por Cuitláhuac, bajo la lógica de que es el menos “sucio”, que nadando de “muertito”, sigue cosechando puntos. La inclinación de la gente hacia el candidato de Morena es producto del gran resentimiento hacia el PRI y el gobierno, amén que Duarte y Fidel trabajan permanentemente, no solo para que no gane Miguel Ángel, sino tampoco Héctor. Éste por la coyuntura de su candidatura, ha tenido que acceder a los intereses más obscuros de la fidelidad-prospera y participa de la estrategia trazada por aquellos para ganar, pero es conocido por todo el mundo que Yunes Landa no pertenece al equipo gobernante, que a la par de ser victimario de su primo, es igualmente victima de la ambición transexenal del cónsul Catalán, que para proteger la mar de corrupción e impunidad sembrada por él y sus discípulos, y sabiendo que Héctor es político y maneja el doble discurso, es capaz de hacerlo perder, inclinando la balanza hacia Cuitláhuac, como se ha denunciado.
Parte de la estrategia del gobierno es no tocar ni con el pétalo de una “rosa” al candidato Moreno, al que prácticamente ya todas las encuestadoras lo ubican en segundo o primer lugar, mandando al tercer lugar al PRI, o a Yunes Linares, lo que mantiene entre perplejo y de plácemes al huésped del “bunker”, Casa Veracruz, Javier Duarte. Es evidente que las maniobras han dado resultado, y el nivel de aceptación ha disminuido, tanto para Héctor, como para Miguel Ángel, que de manera automática, esos puntos se han ido a sumar a la cuenta de Cuitláhuac, que a tres semanas de la elección, es un aspirante serio al triunfo de la gubernatura.
La ausencia de liderazgos reales, es escasa, o casi nula, por ello, el mesiánico proselitismo de AMLO lo catapulta como un líder con toda la credibilidad para confrontar campañas, incluida aquella de que es un “peligro para México”, que no tardará en desatarse, en víspera de la elección presidencial del 2018. El pero de los Morenos, es su sectarismo, falta de experiencia, pobreza argumentativa y cultural, que podría ser substituido por su tozudez, y tipificación de sus adversarios, que una vez identificados, no les quita el dedo. Esa obstinación, como la denuncia permanente, ha dado a Morena un punto de confianza social que le permite ser hoy por hoy, la única oposición efectiva al sistema. Creo que en Veracruz podríamos estar viendo en días próximos, y por partida doble, aquella máxima que dice, que lo que se siembra, se cosecha. En esta elección, ¿la reputación y decoro de Morena estarán en entredicho?