…de nuevo está usted en el penúltimo lugar, entre los peores
Infortunadamente para el gobernador y sus casi 8 millones 300 mil habitantes, las encuestas lo colocan por decima séptima ocasión entre los peores gobernadores.
Afortunadamente la encuesta no es a nivel mundial.
Así, por más bendiciones que le echa su Santo Patrono -¡Ahí viene la Boa, Peje-, por más consideraciones de los morenos y sus mentores que lo ven como un hombre bueno y honesto, la realidad es que tenemos en Palacio de Gobierno de Xalapa, a lo mejor de lo peorcito de la 4T.
Cuitláhuac García Jiménez, por más que quiere parecerse a su “pueblo bueno” consumiendo tacos de moronga de la esquina de su barrio, bailar salsa los sabadabas y hablar como el mismísimo Cantinflas, está bien pelado.
Esos cabrones de Mitofksy, quienes en agosto del año pasado decían que estaba mediadamente posicionado, creo que ya no recibieron chayote pues para este mayo, en el ojo de la pandemia, lo pusieron como lazo de cochino.
¿Cómo creer que sea de los peorcitos cuando sus boletines de prensa aseguran que es casi un Fray Escoba jarocho? ¿Como entender a los de Roy Campos quienes con esos pinches números raros que nadie entiende, lo ponen hasta abajo… pues quiénes se creen?
Ese Místico ya ni la chinga al escribir que la aceptación del veracruzano cada día es peor “se mida por donde se mida, lo haga quien lo haga” y que el 61.7% de los veracruzanos -casi siete millones- están en desacuerdo con su gobierno.
¿Y todas los caminos y carreteras que ha inaugurado, aunque sean virtuales, no cuentan?
Y los hospitales de a mentiritas que en 18 meses construyeron, las nuevas playas de Papantla y Poza Rica que recién se inauguraron, las patrullas compradas a precio de ganga sin moche, las leches de los niños, cucarachas incluidas, para que jueguen y las Suburban blindadas de cinco millones para que se entretengan las nuevas reinis… ¿no cuentan?
En la última edición -la de este fin de semana- del #RankingMitofksy de gobernadores el de Veracruz aparece en el lugar 29 de popularidad, incluso por debajo de los de Puebla, Miguel Barbosa ¡No puede ser! y el de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, que piensa y actúa con las patas, ¡Imposible!
Ha de haber mala fe.
Lástima que doña Manuela ya no esté entre los mortales para que nos diga lo bueno que ha sido su nieto hasta con sus medios tíos. Lástima que no pueda confirmarnos que, en el fondo, muy en el fondo, el talentoso Cuitláhuac si estudió y hasta aprendió alemán en Alemania.
Cuitláhuac, en menos de un año, pierde 10 puntos de aceptación ya que en agosto de 2019 tenía 41.1 de aceptación, mientras que a mayo del 2020 solo alcanza el 31. 7 cuando tener un índice mínimo de gobernabilidad se requiere de al menos el 40%.
¿Será que las encuestadoras fifis y chayoteras, no consideraron a ese pueblo feliz comiendo sus frijolitos?
Pero bueno, eso es lo que dice Mitofsky, ¡Ya que!
Mientras los de Massive Caller, esos sí que están deschavetados al colocar a nuestro gobernador en el lugar 29… ¡29 de 32!
¡Pa´ la madre!
¿Es que no encontraron un primero o segundo lugar y decidieron que mejores que don Cuitláhuac eran los de Sonora y Yucatán, como los sombreros Tardan?
Algo no cuadra.
Y es que como resultado de la encuesta del 10 de mayo ¡que poca! ora resulta que está en el lugar 29 en el “índice de confianza” y que al “Cuícaras”, como gusta le digan sus meros cuadernos, los veracruzanos “no le confiarían las llaves de su casa”.
Y, aquí entre nos, aunque no lo pregunta la encuesta, seguro tampoco le confiarían la cartera, ni a los chavos de la casa porque en una de esas se los lleva al antro y hasta los podría pervertir.
El punto es que para los de Massive cull -¡quién sabe cómo madres se escriba!- Cuitláhuac García está en el top de los peores gobernadores y Veracruz está ubicado como el cuarto con mayor percepción de inseguridad.
Así que seguros, muy seguros ¡que bárbaros, que seguridad!, pues no lo estamos, pero algún defectillo tendría que tener nuestro legendario gobernante.
En resumen:
Si solo el 24.4% de la población, es decir 1.6 millones de veracruzanos le tiene confianza a Cuitláhuac, entonces quedamos con que el 75.6% no lo están, aunque en realidad poco importa si AMLO lo adora.
Qué mas da que casi siete millones de veracruzanos lo reprueben y no estén de acuerdo con sus transas, nepotismo, compadrazgos e ineptitudes, si cada vez que viene San Peje a Veracruz le tira agua bendita hasta por debajo de las axilas.
Convendría tal vez pasarnos del lado del 24.4% de la población que si quiere a nuestro atarantado gobernante. Nos ahorraríamos corajes, ociosidades insanas, perversiones mentales y esperanzas fallidas de que en diciembre llegue Ahued.
Soñemos en que un día regrese a Veracruz el paraíso que encontraron Adán y Eva, cuando llegaron a estas tierras.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo