¡De stripper a gobernador!
Como buen prototipo de chairo –huevonazo, grillo y macizo- el “distinguido” Secretario de Educación de Veracruz, Zenyazen Escobar García –no se sabe si su primer nombre es el de sus presentaciones nudistas o el de pila-, pero cada día suma fechoría tras fechoría a su inopinada gestión.
La SEV está de cabeza desde el arranque sexenal producto de las complicidades de este legendario teibolero con el Cobaeb que lidera la diputada Erika Ayala y sus 200 aviadores que quedaron en 9 sin culpa alguna, incluso para su hijo que es menor de edad pero con sueldazo de 20 mil.
La usura es otro cáncer que apareció en esa dependencia hace 16 meses.
Ello es, ni más ni menos, el descuento a nóminas que se aplica de miles de trabadores de la educación en manos de agiotistas, un millonario negocio al igual que el de las cafeterías escolares que gotea jugosos dividendos.
Y para ser fiel con las nuevas políticas de Cuitláhuac, este amigo Zenyazen, hace uso a un derecho ganado en este sexenio, el nepotismo mismo que va desde la generosidad para su esposa hasta primos y resto de la familia.
A ello se suma el escandaloso intríngulis entre él y su exjefe de “Acuerdos y Seguimientos del Instituto de Espacios Educativos”, Erik Sánchez Vázquez, quien acusa de manera directa a Zenyazen de encabezar una “red de corrupción”.
“Fui detenido por la supuesta posesión de droga, pero en la realidad se debió a que descubrí presuntos actos de corrupción en la asignación de obras en esta dependencia a cargo de Ricardo García Jiménez”, dice “Erik”.
Esas son pues, parte de las prendas de quien dirige la responsabilidad más grande que puede tener un servidor público como lo es la educación para millones de veracruzanos.
Y es que cuando al arranque del sexenio todo mundo esperaba que el ciudadano gobernador Cuitláhuac García nombrara a un hombre culto, experto en el trabajo educativo; cuando se confiaba en que por lo menos el futuro mandatario recogería la opinión de la comunidad universitaria, del mundo intelectual veracruzano que no es poca o que al menos cubriera la apariencia con un chairo sin un pasado tan escabroso, se decide por quien lo divertía y atendía todas las noches.
El Veracruz de hombres de sapiencia y herencia milenaria en favor de la cultura, tierra de preclaros exponentes de la educación y opciones de primera para tan distinguida responsabilidad, se fueron de espaldas cuando vieron que el curriculum –literal- del próximo responsable de la educación se medía de la cintura para abajo.
Zenyazen, un stripper de medio pelo de un antro de mala muerte en Orizaba sería el elegido.
Este exponente, no de la educación y sí del nudismo lo mismo en el antro que en “cumpleaños, show performance (¿?), shows públicos y privados y despedidas de solteras”, según rezaba su publicidad de entonces, sería el elegido para que de la noche a la mañana dispusiera de más de 47 mil millones de pesos al año los siguiente seis.
Y aún hay más.
Al stripper que esto de la encuerada le viene de familia ya que buena parte de su parentela se dedica a lo mismo, ya desde ahora se le prepara para que en 2023 sea ungido como candidato de Morena a la gubernatura… ¿Que hicimos Dios mío para que nos cayera esta pandemia que ya lleva 20 años?
Por lo pronto el gran señor Zenyazen colgó el bikini al comprobar que la política deja más, no se paró más por el gimnasio “Animals” de Orizaba y con sus calzones en la mano se vino para Xalapa para procurar por la educación básica y media de los veracruzanos ¡aplauso su nobleza!
Y lo primero-primero, primerísimo, por qué sin lo primero no puede haber lo segundo –diría Cantinflas-, que hizo el “Tarzán boy”, fue conseguirse fast track un título universitario. Desde el primero de diciembre de 2018 cuelga en su oficina un flamante título de Licenciado en Periodismo ¡Maldición!
Y… ¡A lo que te truje chencha!
Sin embargo, la torpeza en el manejo de tan delicados temas de la educación, así como sus rapacerías pronto alborotarían el gallinero entre los trabajadores de la educación, el personal administrativo y los paterfamilia y ya mismo el magisterio decidió unirse, pero en su contra.
Su principal detractor es el Movimiento Magisterial Popular Veracruzano, al que paradójicamente perteneció tras su creación. Ellos al igual que la Sección 32 han hecho manifiesto su rechazo a las formas y fondo en que se conduce la educación en Veracruz.
Así, a la vuelta de 16 meses Zenyazen acumula muchos pasivos en su contra todos salpicados con la sospecha de la transa, así como presuntos malos manejos del dinero público y señalados desvíos en favor de la causa Morena.
Desde luego que todo eso le importa un rábano a su jefe quien está dispuesto en el día a día a meter las manos por su amigo (eso de la alusión de meter las manos es meramente figurativa, creo).
Habrá de pasar la pandemia, para el olvido quedarán las “nimiedades” corruptas con las que se señala al secretario de Educación y nadie más se acordará de sus bailes eróticos, pero para el registro histórico quedará la decisión del gobernador de Veracruz de haber impuesto a un taibolero como Secretario de Educación.
Y no se sabe, pero hay quien afirma que si Cuitláhuac le hubiera informado a don José Vasconcelos, primer Secretario de Educación Pública de México, que impondría a Zenyazen, en ese momento el ilustre mexicano hubiera ahorcado al insensato veracruzano.
En el mismo sentido ya imaginamos al señor gobernador argumentando ante don Justo Sierra: “Pues mire, eh… así como le digo una cosa, le digo la otra, pero creo que Zenyazen es el de mejor perfil… o ¿cómo la ves chato?”, pues seguro que don Justo con Gabriela Mistral se levantarían en armas.
Qué bueno que ya pasaron a mejor vida don Antonio Caso, don Nemesio García Naranjo, don Guillermo Zúñiga, don Manuel López Cotilla y don Ismael Vidales para evitarles doble muerte súbita.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo