El diputado moreno Sergio Gutiérrez Luna, conocido como el “Gutierritos de Mina”, ya le dio por venir a Veracruz cada fin de semana a enseñarnos a hacer política, a encabezar mítines multitudinarios con priistas mañosos que están “con el ganador hasta que pierda” y, por supuesto, a llenarnos el buche de promesas, dinero imaginario y harta felicidad.
Viene, quien en su vida se paró en Veracruz, a darnos cátedra de cómo alcanzar la gubernatura con acarreados; de cómo ser gestor desde su modesta posición de diputado -quien sabe si los 499 legisladores federales restantes del Congreso de la Unión lo respalden- e insistir en que, en los próximos días, acaso semanas, o tal vez nunca, lleguen ocho mil millones de pesos para ajustar 120 mil millones de pesos de presupuesto para el 2022.
Viene además con un costal de promesas.
Mil 200 millones para el puerto; 7 mil millones para carreteras; 8 mil 900 millones para vacunas; 120 mil millones “para proyectos adicionales”; 10 mil millones para el Canal Interoceánico, y 10 mil millones para Coatzacoalcos.
¡Vaya hasta se compromete a bajar las tarifas de la luz!
Con esas noticias uno se pregunta ¿y qué carambas hace López Obrador en Palacio si éste le da diez y las malas?
En realidad, ni siquiera en el fuero presidencial de López está traer ese dinero a Veracruz, sino llevárselo por la vía del subejercicio.
Pero bueno, este amigo viene a decirnos además que no está en campaña -aunque todo indica que está en abierta y descarada precampaña- sobre todo después de que la sección 32 del SNTE le reunió a más de dos mil acarreados -la cifra oficial es de 2 mil 500- para manifestarle que están con él a morir, así como estuvieron con Fidel, con Javier y con Yunes Linares.
Vaya inflada que le dieron las rémoras del PRI encabezados por Juan Nicolás Callejas -no el fallecido, sino “Juanito”, su hijo- Coordinador General del Equipo Político de la Sección 32 y su mozo de estoques Lázaro Medina Barragán, Secretario General de la misma sección.
Esos maestrazos de la grilla, son los que a la llegada de Marlon Ramírez huyeron del PRI al no recibir ningún hueso; son los ofendidos que ahora son los morenos de Gutiérrez Luna, los mismos que en el 2018 y 2021 dieron la espalda a su partido en las urnas.
Pero como de lo que se trataba era apantallar al que viene a apantallarnos pues le juntaron a todas las carcachas magisteriales como Mario Hernández Sánchez de la sección 56; a las diputadas Ruth Callejas y Sonia Rincón a José Mendívil y hasta al veterano Gaudencio Hernández, pura sangre nueva del siglo anterior.
Todas las cabezas y delegados sindicales también alzaron la mano de presente.
Vaya hasta la diputada federal suplente de Pepe Yunes, la maestra Norma Treviño, quien al igual que su esposo e hijos, todos maestros que nunca han pisado un aula para dar clases y sí han vivido pegados a la ubre sindical, se dieron cita para posar al lado de Gutierritos y hasta tomarse una “selfie”.
Se dio incluso el vergonzoso caso en Coatepec con Acela Medina Servín, fiel priista quien se ostenta como Presidenta Estatal de “Mujeres Transformando Vidas”, de resultar oradora de Gutiérrez donde lo colmó de elogios y reconocimientos ¡Vaya con las lealtades!
Gutiérrez Luna estaba que no cabía de gusto con el montaje y se mostró asombrado del respaldo por él gestado.
¿Quién pagaría los 50 autobuses de lujo para los acarreados priistas a quienes movieron con lunch y una piscacha de 200 pesos por piocha?, se preguntaban los ingenuos de la política.
El punto es que el SNTE Veracruz, con la bendición del centro y a petición del propio Mario Delgado, por instrucciones de ya saben quién, le entró al juego perverso para mover el escenario y de paso decirle a Rocío Nahle que no va sola.
El teatro de la 32 y los montajes de Gutiérrez, sin embargo, no acabaron ahí.
El futuro gobernador de Veracruz, con Sergio Gutiérrez Luna, se fue pitando a la Cuenca, a la tierra del “Bola” 8, quien ha de estar que se lo lleva la chingada, al igual que a su segundo Cuitláhuac García.
En el municipio de Carlos A. Carrillo, el aspirante se juntó con los cañeros a quienes les llevó la fausta noticia de que en el futuro 50 mil de sus familias tendrán seguridad social en la próxima zafra.
Y aunque no dejó en claro en qué consistía esa “seguridad”, el dirigente cañero Javier Chávez, de la Unión Nacional de Productores de Caña de Azúcar, gritó a los cuatro vientos que “Sergio sí les cumplió a los cañeros.
¿Les cumplió o les cumplirá? ¡Uta! con los pluscuamperfectos.
Pero bueno, pensemos que es la felicidad total… ¡Que felicidad!, una felicidad que es puro rollo, pura demagogia, puros actos escenográficos y puro hacerle al cuento.
A los aldeanos -a los de La Parroquia, a los de los mentideros políticos, a los de la grilla- les queda claro que Gutiérrez solo viene a meter ruido; viene por instrucciones de Morena a decirles a los morenos de Cuitláhuac que el balón no está en su cancha y que la Nahle puede que sí, pero puede que no.
Y fundamentalmente trae un claro mensaje a la oposición dividida, menguada, carroñera y con escasas posibilidades de alianza que en este juego de la sucesión para Veracruz solo serán espectadores de un circo en donde los leones ya están domados, los enanos crecieron y la mujer barbada no solo se volvió lampiña, sino binaria.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo